Cuáles son los detalles del conflicto institucional en Chile que tiene en jaque al presidente de la ANFP
Así como pasa en Ecuador y sucedió en Uruguay, en el país transandino soplan vientos de cambio. Sebastián Moreno está en la cuerda floja y cada vez más sólo al frente de la asociación chilena. Los clubes quieren que se haga a un costado y lo culpan por los errores del pasado: floja gestión del fútbol durante el estallido social y malas decisiones en ascensos, descensos y clasificaciones a las Copas. Las renuncias se suceden en el directorio de un fútbol chileno que está al borde de la acefalía. Mientras, CONMEBOL y FIFA miran todo de costado y la amenaza de una intervención está latente.
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) “Obviamente hay muchas cosas que hicieron un poco mella a la gestión del actual presidente. Le tocó bastante difícil también, con el estallido social y el coronavirus. Pero, lamentablemente no hubo el manejo que esperábamos”, le dice a Doble Amarilla el presidente de uno de los clubes de la Primera División de Chile. La frase tiene mucho olor a obituario. ¿El muerto? La gestión de Sebastián Moreno al frente de la ANFP. Atención, aún no renunció, parece en jaque pero todavía está en juego.
Las renuncias este miércoles de Raúl Jélvez (vicepresidente 2do) y de Arturo Aguayo (tesorero), lo dejaron prácticamente solo en el directorio de la ANFP. Sólo permanece junto a él Marcos Kaplún. Además de Jélvez y Aguayo, también ya renunció Martín Iribarne, lo que pone en peligro la continuidad de Moreno por el mínimo requerido en el directorio. Es que, en primer término, ya habían dimitido Aldo Corradossi, Jacques Albagli y Andrés Fazio. La salida de Fazio, uno de sus laderos, empezó a tirar el castillo de naipes de Quillín.
Sin embargo, pese a que la prensa chilena lo afirma, Doble Amarilla pudo saber que Sebastián Moreno aún no renunció a su cargo y que evalúa sostenerse, con CONMEBOL y FIFA como aliados. Claro, todo podría derivar en una intervención de FIFA en la ANFP, algo que los clubes quieren evitar a toda costa. “Siempre lo más sano es buscar una solución”, dicen.
Ahora, ¿dónde empieza el conflicto? En la mala gestión de Moreno en el momento del estallido social que obligó al fútbol chileno a parar y barajar de nuevo. Y en ese reparto de naipes, algunos clubes resultaron perjudicados. Por las decisiones que se tomaron con los descensos, los ascensos y la clasificación a las copas.
A Moreno, lisa y llanamente, lo acusan de “falta de liderazgo”. También lo culpan de haberle el puesto el moño (a favor del dueño de los derechos de la TV) a la negociación con CDF (Canal del Fútbol) por los partidos que no se pudieron jugar a fines de 2019 por el estallido social. El factor que activó la furia opositora en los últimos días fue el compromiso asumido por el presidente de la ANFP ante el CDF, en orden a indemnizar al dueño de los derechos televisivos por los partidos pendientes de la competencia, debido a la crisis social y a la emergencia sanitaria.
También, en el contexto de pandemia global, lo señalan por haber tenido un manejo tibio, no bajar una clara directriz y llevar a que varios clubes entraron en una batalla frontal con sus planteles por la reducción de los salarios y la aplicación de la ley de Protección del Empleo.
Tampoco a la Selección le fue bien en su gestión, un cuarto puesto en Copa América no alcanza para inclinar ninguna balanza. Y, en el caso de 'la Roja', sus opositores encuentran otra baza para criticarlo. En noviembre de 2019, en plena ebullición social, fueron los propios seleccionados de Perú y Chile, los que tomaron la decisión de suspender un partido amistos en Lima. De ese momento, cuestionan que la voz del mandamás de la ANFP ni se escuchó. De la misma manera, indican que no agotó instancias para sostener el torneo chileno a fines de 2019 y que fue maniatado por algunos clubes y por las hinchadas.
Además, el sitio trasandino Pauta transandino habla de “poca transparencia” en la gestión económica. Pese a que su administración goza del mejor contrato de la historia tras la firma con Turner en 2018, la ANFP mostró un déficit operativo durante el año pasado. Quienes buscan un cambio de timón, indican que en la ANFP hay $ 8.294 millones en cuentas por pagar a entidades relacionadas al 31 de diciembre de 2019, desconociéndose por parte de los clubes los montos actualizados. “Durante el gobierno de Moreno, la ANFP ha aumentado los costos de administración en más de $2.500 millones, lo que representa un incremento de 34% de los gastos y una disminución del 27% en sus ingresos”, completa Pauta.
Sin embargo, Moreno ensayó algunas maniobras para sostenerse en el cargo: buscó llenar las sillas vacías. Sin embargo, fracasó. Quiso llevar a Lorena Medel, de Santiago Wanderers, pero no consiguió la aprobación del Consejo de Presidentes. Ahora, buscaba sumar a Johan Giesse (Director Deportivo de Iquique) y Jorge Yunge, de Rangers, quién se negó a sumarse a la ANFP en este momento. Sólo Universidad de Chile y Santiago Wanderers parecen seguir apelando a la unidad por sobre el cambio de conducción.
Los pedidos a Moreno para dar un paso al costado se acumulan. Y van desde muchos clubes. Luis Baquedeano, Gerente de la Unión Española, afirmó: “Sugerimos que Sebastián Moreno dé un paso al costado de la ANFP”, y completó: “Cuando uno no tiene la masa crítica para que lo apoye, lo más natural es salir de ahí. Él no está en condiciones de liderar la ANFP”.
Otro presidente en diálogo con “Doble Amarilla” sostuvo: “Creo que es inminente que va a existir un cambio en la conducción de la ANFP, no están dadas las condiciones para poder gobernar”.
Así las cosas, con las piezas distribuidas en el escenario de tal forma, el futuro de la federación chilena es tan incierto como complicado. Con un presidente acorralado, pero manifiestamente en una posición de resistencia, la rosca en Santiago está más fuerte que nunca.