(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) 12 de agosto, doce fallecidos, doce minutos de silencio respetados a rajatabla en Barcelona de Guayaquil. Muchos números en común para el mismo trágico hecho, un accidente en micro sobre la carretera de regreso de Cuenca que terminó con la vida de una docena de fanáticos. En el choque disputado ayer por Serie A de Ecuador ante Universidad Católica, los fanáticos respetaron un silencio sepulcral, los jugadores salieron con camisetas negras a modo de homenaje en luto y se lanzaron globos blancos desde la 'Barra Sur Oscura', facción de la hinchada del club de Guayaquil. Terminó 2-0 para el local.

La Ecuafutbol (Federación del Fútbol Ecuatoriano) dictaminó un minuto de silencio para recordar a las víctimas. Pero la Barra Sur Oscura, en concordancia con el resto de la hinchada, decidió extender el clima de respeto hasta el minuto 12, minuto en el cual se lanzaron los globos y bajó una lluvia de aplausos. Tras cerca de un cuarto de hora de homenaje, los fanáticos empezaron a entonar sus tradiciones cánticos.

Los jugadores no se quedaron atrás: saltaron a los terrenos de juego con casacas negras, rotuladas con los nombres de todos los fallecidos en la vía Cuenca-Molleturo. Los hinchas perdieron la vida mientras regresaban a Guayaquil luego de observar al Barcelona en un choque ante Deportivo Cuenca.

La negligencia y las prematuras condiciones de las carreteras, llamadas ''corredores de la muerte'' en Ecuador por los pésimos controles de velocidad y sus problemáticas curvas, fueron claves en una tragedia que pudo haberse evitado. Por eso es clave recordar, recordar para que no vuelva a ocurrir. Nunca más.