El dominio inglés, ¿llegó para quedarse?
No se puede hablar de sorpresa, sí de confirmación. La Premier League por fin puso sobre el papel todo lo que insinúa. Los cuatro finalistas de la temporada en Europa son de esa liga. La lucha por el título es encarnizada hasta el final y todo ocurre a menos de un año de haber sido semifinalista del Mundial, la mejor actuación desde 1966. ¿Los padres del fútbol vinieron con la prueba de ADN bajo el brazo?
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Mucho se ha dicho sobre que la Premier League es la liga más poderosa del mundo y la más rentable. Sus números en derechos de TV asustan: al final de la temporada 2017/18, el diario español "As", informó que El West Bromwich Albion, descendido a segunda, había cobrado, por TV, la suma de €108.317.400, lo cual es más que lo que ingresó el Atlético de Madrid (€99.200.000), subcampeón de Liga. Y eso es sólo un botón del poderío económico del fútbol inglés. Sin embargo, las Champions las levantaban el Real Madrid, o el Barcelona o incluso el Bayern Múnich.
Ahora, todo eso parece haber cambiado o el fútbol inglés terminó de sumar la pata que le faltaba para también reinar en Europa, porque no sólo hablamos de la Champions: la Europa League también tendrá finalistas ingleses, luego de años de extenso dominio del Sevilla y del Atlético de Madrid o incluso de clubes de la Bundesliga o la Ligue 1.
Este fenómeno tiene varias patas y está linkeado al proceso futbolístico que empezó la FA en el año 2001, cuando decidió edificar lo que hoy es el "St George's Park",la meca de esta nueva ola del fútbol inglés. Copiándose de un modelo que tenía su vecino, Francia, que se había traducido en una Copa del Mundo en 1998 y la Euro en el año 2000. Estamos hablando del centro "Clairefontaine", que se empezó a gestar en 1976 y se inauguró en 1988, diez años antes de ganar el Mundial de Francia.
El lugar se inauguró en 2012, con el "England DNA" (ADN inglés) como bandera. Dos años después, Inglaterra quedó afuera en primera ronda en Brasil 2014, pero nada hizo tambalear un proyecto que apuntaba ¿A Rusia? No, a Qatar. Sí, como su vecino francés, diez años después de su inauguración.
En Rusia, la Selección de Gareth Southgate se quedó en las puertas de jugar la final. Cayó ante Croacia en semis, instancia que no alcanzaba desde Italia 1990. Y ese fue el último de los frutos del árbol del "England DNA" que buscará también dar el golpe en la Eurocopa 2020.
Pero, ¿Qué es el England DNA? La FA decidió establecer pautas en común para todas las Selecciones juveniles. Los entrenadores todos trabajando siguiendo las mismas líneas, los mismos conceptos y promoviendo así una formación pareja de sus futbolistas, además teniendo sus oficinas una al lado de la otra, y asistiendo a los partidos de los equipos de otros. Viendo, observando, siguiendo al minuto la evolución de los jóvenes proyectos. Varis de esos jóvenes proyectos hoy están en la Selección y algunos de ellos juegan en alguno de los cuatro finalistas europeos de la 2018/19.
En 2016, la Selección de Inglaterra Sub 21 ganó el torneo de "Esperanzas de Toulon", repitió en 2017 y 2018. Este torneo también fue ganado por el proceso de juveniles de José Néstor Pekerman, en la Argentina. En 2017, la Sub 17 inglesa ganó el Mundial, lo mismo hizo la Sub 20. La Sub 19 se consagró campeona en Europa. Y, en Rusia, llegó a las semis. Las sensaciones para Qatar 2022 son buenísimas.
El poderío económico innegable
Además del eje deportivo común para las Selecciones, que sube el nivel de la competencia doméstica y que hace que cada vez más jugadores ingleses destaquen en la Premier League, hay que sumarle el poderío económico.
En Febrero de 2018, la Premier League le vendió cuatro de sus seis paquetes de programación a "Sky Sports" por una auténtica fortuna y terminó redondeando un impactante acuerdo: €6900 millones y sólo en territorio británico.
Tiempo después, LaLiga negocio un contrato con una mejora sustancial, €2650 millones hasta la temporada 2019/20, el doble de lo que ganaba antes pero también, todavía, menos de la mitad de lo ingresado por la Premier League. Así se llega a situaciones como que el último de la EPL cobre más que el subcampeón o tercero de LaLiga. En España, sólo Real Madrid y Barcelona superan los €100 millones, en Inglaterra, ese número es casi irrisorio.
Cristiano y Messi (este año) pueden esperar
Este año, ni los goles de Cristiano Ronaldo, ni la presencia estelar de Messi pudieron contra los equipos ingleses. Nutridos con varios jugadores que despuntan en la Selección inglesa: 10 de los 23 que jugaron el Mundial juegan en el póker del Liverpool, el Tottenham, el Chelsea y el Arsenal. En ese rubro, el Tottenham es quién lidera: el 50% de esos diez juegan para Pochettino.
Es cierto, entre los DT, ninguno es inglés. Al Liverpool lo conduce Jürgen Klopp que logró meter al Liverpool por segundo año consecutivo en la final, al Tottenham lo lidera Maurico Pochettino quién logró meter a los "Spurs" por primera vez en la finalísima de Europa. El Chelsea es del italiano Maurizio Sarri, quién llegó a Stamford Bridge luego de haber hecho un grandísimo trabajo en el Napoli y al Arsenal lo conduce Unai Emery, quién ganó tres Europa League al mando del Sevilla.
En el Liverpool juegan Trent Alexander-Arnold, el autor de la avivada que significó el cuarto gol de los Red al Barcelona y Robert Henderson, el capitán de los Reds.
En el otro finalista, el Tottenham está la base de la Selección inglesa que llegó a semis en Rusia: Danny Rose, Kieran Trippier, Delle Alli, Eric Dier y el goleador Harry Kane. No es casualidad, por supuesto, este momento de los Spurs. Con ellos más el aporte estelar de Son y las manos de Llorís, entre otros, el elenco de Londres llegó a la final de Madrid.
En el Chesea juegan Gary Cahill y Ruben Loftus-Cheek y, por último, en Arsenal milita Danny Welbeck.