El presidente de LaLiga declaró en el juicio de arreglo del partido entre Zaragoza y Levante
Javier Tebas brindó testimonio por un supuesto amaño del encuentro del torneo español en 2011. Si bien afirmó que fue un futbolista quien le pidió que realice la denuncia, no lo identificó ante la justicia.
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) El presidente de LaLiga, Javier Tebas declaró este jueves como testigo en el macrojuicio por el supuesto amaño del encuentro de la Liga española 2010-11, entre Levante y Zaragoza, que ya sentó en el banquillo a 36 jugadores (los convocados por ambos equipos aquel día y a los técnicos, incluido el mexicano Javier Aguirre, entrenador en ese momento del Zaragoza), según informó EFE.
Tebas se negó a identificar al ex futbolista del Zaragoza que le habría asegurado que este club había comprado a los jugadores del Levante para asegurarse la victoria en el partido jugado en mayo de 2011 y afirmó que fue el futbolista quien le pidió que denunciara.
El actual presidente de LaLiga, que era vicepresidente en aquel momento, señaló que considera a esa persona su cliente, aunque admitió que no le firmó una hoja de servicios, ni le cobró por presentar la denuncia. Además, explicó que no volvió a hablar con el ex jugador del tema, pero que éste tampoco le ha revocado esa orden.
"Acudía a otra consulta a mi despacho y cuando lo vi salir, hablamos y surgió este tema. Me dijo 'Mira Javier, sé de esto y estoy cansado de esto, tengo mucha presión'. Le dije que era un tema complicado, que está penalizado y que debía denunciar", explicó.
"Me dijo que si lo hacía no volvería a jugar al fútbol, que lo señalarían. Me dijo expresamente: 'Pon tu la denuncia, pero no reveles los datos que me puedan identificar'. Fue lo que hice. Fue él quien me dice que realice la denuncia y que guarde su nombre y algún otro dato", añadió.
Tebas dijo que en entre las justificaciones para no poner personalmente la denuncia que le dio el ex futbolista estaba la de que "no podría volver a jugar y le quedaban muchísimos años". Por otro lado, se basó en el secreto profesional para no exponer su identidad.
Tebas, por su parte, aseguró que le advirtió "de todas la posibilidades si presentaba la denuncia, que podía acabar como acusado, cómplice, encubridor o en nada"."Cumplí con la petición de mi cliente", señaló.
Durante el transcurso de la comparecencia de Tebas se consignó la protesta de un abogado de la defensa que entendió que el hecho de no identificar al denunciante "sería abrir la puerta a denuncias anónimas".