El tráfico ilegal de menores que preocupa a la FIFA
La máxima entidad del fútbol internacional reforzará los controles por los equipos europeos que buscan futuros cracks alrededor del mundo. Ya fueron sancionados el Barcelona y el Manchester City.
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Solo seis de los 23 jugadores del plantel de la selección francesa son hijos de franceses. El 56,5% proviene de 11 países africanos, mientras que Inglaterra y Bélgica igualan en 47,8% de seleccionados inmigrantes. Debido a estos datos, Maradona expresó: "La mafia del tráfico de jugadores es terrible".
En 2006, la cadena BBC de Londres alertó sobre el tráfico de jugadores en la Liga de Bélgica. En una investigación sobre sobornos en las transferencias al fútbol inglés, el periodista Peter Harisson, con una cámara oculta, se hizo pasar por un intermediario ante el director general del Sporting Charleroi, Mogi Bayat. Harrison le dijo a Bayat que deseaba ganar dinero con la compra de jugadores africanos, y su respuesta fue que estaría "muy contento" si llegaran a un acuerdo, y explicó que "es posible hacer llegar diariamente 150 africanos por avión, entrenarlos durante un par de días, elegir a los cinco mejores y volver a meter a los demás en un avión con destino a África".
La FIFA fue advertida sobre estas maniobras, por lo que obligó a utilizar el sistema TMS a partir del 1° de octubre de 2009, para las solicitudes de todas las primeras inscripciones de menores no nacionalizados y de todos los pases internacionales que requieran su aprobación. El Transfer Matching System se comenzó a utilizar obligatoriamente en octubre de 2010.
Luego en 2015, otra investigación de la BBC reveló que adolescentes fueron trasladados de Liberia a Laos de forma ilegal para enrolarse a una academia ficticia de fútbol llamada Champasak United. Uno de los menores Kessekky Kamara, de 14 años, comentó que fue forzado a firmar un contrato de seis años antes de poder jugar en el primer equipo del club. Se le estipuló un salario y hospedaje, pero nada llegó.
Semanas atrás, el cordobés Juan Manuel Cobo (33 años) contó la experiencia que vivió cuando fue a probar suerte a Italia. "Llegué el 1° de agosto a Italia y no la pasé bien. A través de contactos me ofrecieron jugar al ascenso de Italia. Me mandan el precontrato del club de la Serie D, el Isernia, tenía el sello del club, todo válido. Llego a Roma, me van a buscar y me llevan a hacer la pretemporada, sin revisión. Empiezo a entrenar y a las semanas voy a firmar y era otro contrato, con nada de lo que habíamos hablado. No firmé". Cuando estaba por volverse a Argentina, otro agente italiano se presentó para que siga en Italia: "Era un chanta. Me mandó al sur de Italia con nueve pibes argentinos. Me tuvo en ese lugar 20 días, no me pagó nada ni me consiguió club. Me tocó vivir la experiencia de esos chicos que la están pasando mal", le comentó el cordobés a Perfil.
Según las normas FIFA, solo se autorizan transferencias internacionales cuando se llega a los 18 años, salvo si los padres del jugador cambian su domicilio al país donde el club tiene su sede por razones no relacionadas con el fútbol.
Deben asegurarse al menor, también, las condiciones óptimas de vivienda en una familia o alojamiento en club. El nuevo club deberá cumplir con obligaciones como garantizar una formación académica o escolar según la vocación del jugador y permitirle iniciar una carrera por fuera de la futbolística.
En 2014, la FIFA ya sancionó al Barcelona y a la Real Federación Española de Fútbol por infracciones cometidas a las normas de traspasos de primera inscripción de menores extranjeros, que participaron del club catalán entre 2009 y 2013. Además de una multa de 370 mil euros, se les prohibió incorporar jugadores en todas las categorías durante dos temporadas (2014 y 2015) además de intimarlos a regular la situación de los menores.
Real Madrid y Atlético de Madrid violaron las normas en 2016 en los traspasos de menores de 18 años.
En 2017, el Manchester City recibió una multa de 300.000 libras y fue sancionado sin poder fichar jugadores para su cantera durante dos años tras declararse culpable de contactar a dos futbolistas jóvenes que se desempeñaban en otros clubes.
Mediante una circular en junio, la FIFA amplió la protección al aplicar el principio de refugiados y personas protegidas a todas las transferencias de jugadores.