El partido entre Rearcross FC y Ballymackey FC por la North Tipperary debió suspenderse luego de que un jugador del conjunto local reciba un disparo en su brazo dentro del campo de juego.

Mientras se disputaba el segundo tiempo del encuentro por una de las ligas más amateurs del ascenso de Irlanda, el futbolista de 32 años sintió un fuerte dolor en el antebrazo izquierdo, pegó el grito y cayó tendido al suelo.

Según mencionaron los jugadores presentes y el público, fue atendido por los médicos del club y fue trasladado de inmediato al hospital más cercano, donde le dieron el alta rápidamente debido a que sus heridas no pusieron en riesgo su vida.

La Policía de Irlanda está investigando de dónde surgió el disparo y manejan dos teorías. La primera es que la bala provino de un cazador que estaba por la zona, mientras que la segunda trata de una pelea entre pandillas.

Rearcross FC emitió un comunicado oficial luego del trágico hecho: “Estamos totalmente conmocionados por el giro de los acontecimientos, cuando nuestro equipo Junior B estaba jugando un partido de liga de la División 2 y ocurrió un incidente muy grave. Nos alegra informar que nuestro jugador se encuentra bien y que fue dado de alta del hospital. Le deseamos una pronta recuperación y hacerle saber que todo el club está pensando en él y su familia en este momento”.

Además, George Haverty, presidente del Ballymackey FC, confesó: “Ocurrió en una zona muy rural y no tiene nada que ver con ninguna forma de criminalidad”.

Y cerró: “Estamos muy tristes por el incidente. Deseamos al jugador una pronta recuperación y esperamos que se descubra quién es el responsable y qué pasó lo antes posible, ya que aquí hay partidos todos los fines de semana”.