Jugó en Europa, una grave lesión lo complicó y hoy se dedica a vender muebles
Luego de colgar los botines, el exfutbolista con paso por el "Viejo Continente" decidió dar un cambio rotundo en su vida.
Muchas veces el fútbol contiene a sus protagonistas, y en otras los expulsa. En esta última columna se podría ubicar al futbolista surgido de las divisiones inferiores de Talleres de Córdoba, Marcelo Sarmiento. Un jugador que se cansó del mundo de la pelota y decidió cambiar su vida drásticamente.
Tuvo una carrera llena de altibajos, tanto dentro como fuera de la cancha, superando en 2011 una fractura de la tibia y el peroné de su pierna derecha que le forjó la personalidad cuando vestía la camiseta de Unión de Santa Fe. Actualmente, en Córdoba, su ciudad natal, el ya exfutbolista administra una fábrica de muebles y vive alejado del fútbol.
La actividad actual lo apasiona "desde chico" y, ni bien se retiró hace más de diez años, entró de lleno en ella. "Trabajar con madera me relaja muchísimo, puedo estar un día entero y ni me doy cuenta la hora porque me gusta mucho", destacó el exjugador de la “T”, de 42 años.
Con el fútbol sucede lo contrario. Al argumentar el porqué de este fenómeno Sarmiento describió que “prácticamente todo lo que encierra el fútbol hoy por hoy”. Y agregó: “El barra, ese exitismo que si no ganás no sos nadie, que te tengas que aguantar apretadas, estar intranquilo...”.
La historia de Marcelo Sarmiento
Marcelo Sarmiento surgió de las divisiones inferiores de Talleres de Córdoba y en aquel club no solo debutó en Primera. Además cumplió el sueño de alzarse con un título. Ya que con la “T” fue con el club con el que fue campeón de la Copa Conmebol en 1999.
“Fue algo muy lindo. Veía todo como nuevo. Haber tenido la posibilidad de jugar un torneo internacional y ganarlo, aunque muchos quisieron bajarle el tono, fue algo increíble”, recordó Sarmiento hace poco al respecto.
Sus condiciones lo llevaron a Europa. Sarmiento hizo las valijas y tuvo la oportunidad de jugar en Grecia (Larissa y Atromitos), Inglaterra (Southampton) y Bulgaria (Litex Lovech).
En Bulgaria justamente comenzó a picarle el bichito de la vuelta al país, por la mala experiencia allí “Fue bastante fea, la verdad. Tenía 22 años y me encontré con un país atrasado culturalmente. Igual me ayudó bastante a crecer rápidamente y a entender la vida, además de las otras dos experiencias que tuve. No hay país más lindo que la Argentina”, rememoró en TyC.
En su regreso vivió el momento más complicado como profesional, cuando el 6 de noviembre de 2011, en el triunfo de Unión sobre Newell’s por 2-1, padeció una fractura de la tibia y el peroné de su pierna derecha. Se pudo sobreponer, jugar dos años más y decidir ponerle punto final a su carrera.