La dura realidad del fútbol de Bolivia por el coronavirus: controversial reducción de sueldos y férrea oposición de jugadores
A causa de la pandemia y la paralización de la actividad, la dirigencia decidió hacer un recorte arbitrario de los salarios de los jugadores: 50% de marzo y 75% de abril y mayo. Doble Amarilla se comunicó con dirigentes, futbolistas, un DT y un sindicalista para conocer la realidad que atraviesa a la nación del altiplano.
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) La región sudamericana pasa un momento económico muy complicado a causa de la pandemia del Coronavirus. El fútbol de Bolivia, el más pobre de América del Sur, no es la excepción. Allí, se dio una de las propuestas más duras de rebaja de salarios del continente: quita del 50% en marzo y de 75% en los meses de abril y mayo.
En conversación con Doble Amarilla, el presidente de la Federación Sindical de Futbolistas Profesionales Agremiados de Bolivia (Fabol), Milton Melgar, expresó que comprende la mala situación de los clubes, pero calificó la medida adoptada por los dirigentes como "abusiva".
"Los clubes están mal, como siempre lo han estado, exceptuando tres o cuatro equipos que siempre cumplieron económicamente. Esto es algo que siempre venimos reclamando por la irresponsabilidad de los pagos. Hay que demandar para poder cobrar los sueldos, entonces esto todavía se agudiza más con la pandemia", indicó.
Básicamente, la intención de la dirigencia del fútbol boliviano es que los jugadores profesionales cobren un salario dividido en tres meses: 50% de marzo, 25% de abril y 25% de mayo. "La única medida que conocemos de la dirigencia es el recorte, no dieron otra alternativa como la que propone el Sindicato, que es conversar, dialogar y agotar todos los esfuerzos para resolverlo de la mejor manera", manifestó Melgar.
Marcos Barrera, jugador de Always Ready, también coincidió en resaltar la mala situación de los clubes, pero también marca que la decisión de la Federación fue tomada unilateralmente. "Nos quieren descontar el 50% de marzo cuando entrenamos hasta el 21 de marzo, no estamos de acuerdo", agregó.
Carlos Lampe, guardameta de la Selección de Bolivia, ex arquero de Boca y actual compañero de Barrera, señaló que el tema está "estancado, ya que los dirigentes no quieren ceder de lo que plantearon. En marzo se completó todo el calendario, no es justo. Sabemos que vamos a tener que ceder por la situación que estamos viviendo, pero esto nos parece demasiado", aseveró en conversación con Doble Amarilla.
Cristian Díaz, entrenador de Jorge Wilstermann, resaltó que, si bien es lógico que exista una reducción salarial a causa de la pandemia, debe darse "desde el diálogo y no de manera unilateral".
Por supuesto que la cuarentena, que se extiende hasta el 30 de abril, tampoco impide el normal desarrollo de los entrenamientos. "Depende del contexto del futbolista, si tiene gimnasio o si tiene un espacio para poder correr o hacer ejercicios. Intentamos interactuar vía teléfono, muchas veces no de trabajo, sino para tener y mantener la buena afinidad", indicó.
"El escenario es totalmente desventajoso, tenemos que hablar de víctimas y no de victimarias. En esta situación perdemos todos; los clubes son víctimas y, por consecuencia, nosotros recaemos en lo mismo. Cada uno de nosotros tiene que cumplir con sus obligaciones, debería haber soporte de más arriba ante una situación que es atípica. Uno podría pensar que sería bueno que FIFA se ponga los pantalones largos y ayude a las distintas federaciones", manifestó el entrenador.
Desde el lado dirigencial, la cosa no luce mejor: saben que ocasionan un golpe muy fuerte a los futbolistas, pero también entienden que no pueden ofrecer algo mucho mejor. Ricardo Llano, dirigente de The Strongest, le marcó a Doble Amarilla que "tenemos un fútbol de por sí deficitario, sin muchos ingresos. A eso hay que sumarle el parate obligado por el Coronavirus, que hace que se complique aún más".
"La verdad que hay clubes que están con la soga al cuello, incluso desde antes de este parate. Son sólo dos o tres clubes los que pueden sostenerse económicamente", marcó Llano.
¿A qué se debe las dificultades económicas del fútbol boliviano? Principalmente, a los bajos ingresos en materia de televisación. "Recibimos montos que son repartidos en determinados porcentajes y que son insuficientes. En este momento, ni siquiera hay nada de eso", decretó.
A pesar de ese panorama, el Coronavirus no permitirá que el fútbol regrese en el corto plazo. "Vamos a tener que aprender a convivir con esto. Calculamos que en julio o agosto podríamos estar retornando con cierta normalidad, pero no es prudente decirlo", aseveró.
Dardo Gómez, gerente general de Bolívar, reiteró el pedido realizado por Cristian Díaz: que llegue asistencia de FIFA. "Estamos a la espera de ver qué se determina en los entes matrices sobre un fondo de ayuda para el fútbol mundial, en especial para los países donde el fútbol tiene ingresos más bajos", subrayó.
"La cantidad de dinero que percibe Bolivia en derecho de televisión es el más bajo de la región y de los más bajos del mundo, es bastante pobre. Eso se ratifica en la realidad de los clubes y sus problemas financieros. Si viene auxilio, en Bolivia será un ingreso importantísimo y muy necesario. Hoy se deabte la supervivencia del fútbol en Bolivia para que podamos continuar compitiendo", advirtió Gómez.
¿Cómo sigue todo? Este lunes, habrá una reunión por videoconferencia entre la comisión de los clubes y los ejecutivos de Fabol. La intención es acercar las partes entre División Profesional (que definió unilateralmente la reducción de salarios) y la Federación Sindical de jugadores profesionales, que decidió rechazar la propuesta. Cabe recordar que el fútbol fue paralizado el 15 de marzo en Bolivia. Hasta ese momento, se habían jugado 12 fechas del Torneo Apertura y quedaban 14 por disputar.