La FIFA abrirá un diálogo sobre las normas de traspaso tras el veredicto del “caso Diarra”
El ente rector del fútbol mundial manifestó que iniciará negociaciones con las partes interesadas del deporte sobre el sistema de traspasos después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminara que algunos de sus aspectos eran ilegales.
La FIFA anunció en las últimas horas que abrirá un diálogo global acerca del sistema de traspasos, al que invitará a las principales partes interesadas, para adaptar el artículo 17 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA (RETJ) tras la sentencia comunitaria sobre el caso Diarra.
La iniciativa se ajusta al objetivo estratégico de la FIFA de mejorar el sistema de traspasos, en el que se han llevado a cabo considerables avances desde 2016, señaló el organismo, que en los próximos días invitará oficialmente a distintas partes interesadas a presentar ideas, debatirlas y proponer los siguientes pasos.
El director de la División de Servicios Jurídicos y Cumplimiento de la FIFA, Emilio García Silvero, aseguró que "la FIFA espera seguir desarrollando su marco regulatorio, para lo cual se tomarán en consideración las opiniones y contribuciones de todas las partes interesadas y afectadas".
"La FIFA considera que la decisión sobre el caso Diarra es una oportunidad para seguir modernizando su marco regulatorio, uno de los objetivos asumidos por el presidente de la FIFA desde 2016", indicó, antes de iniciar los contactos para determinar las conclusiones que deben extraerse de la decisión sobre el caso los cambios más apropiados que deben hacerse al artículo 17 del RETJ.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) señaló el pasado día 4 que algunas normas de la FIFA en materia de transferencia de futbolistas son contrarias al derecho europeo, porque obstaculizan la libre circulación y restringen la competencia entre los clubes y no parecen indispensables o necesarias.
Qué sancionó el Tribunal en el “Caso Diarra”
En concreto se refiere al pago de una indemnización por parte del nuevo club del futbolista, cuando se haya rescindido unilateralmente su anterior contrato; así como a la imposición de sanciones por incumplir este precepto y a la posibilidad de que las federaciones denieguen el certificado de transferencia mientras dure el pleito.
El tribunal se pronunció así sobre el caso del francés Lassana Diarra, exfutbolista del Chelsea, Arsenal, Real Madrid y París Saint-Germain, entre otros, que impugnó parte de la normativa aplicable a las relaciones contractuales entre jugadores y clubes del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores (RETJ) de la FIFA.
El caso llegó al TJUE remitido por un tribunal belga, tras pasar por varias instancias judiciales después de que la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA diera la razón al club ruso Lokomotiv en su reclamación de 10 millones de euros como indemnización a Diarra y el Charleroi belga por el que iba a fichar.
En declaraciones a FIFA, García Silvero explicó el TJUE lo que cuestiona es que el nuevo club de un jugador sea considerado responsable de manera conjunta y solidaria de la indemnización al antiguo, cuando la rescisión es sin causa justificada, y la base sobre la que se debe calcular la misma, a la vez que critica la posibilidad de que un club pueda oponerse a la emisión del Certificado Internacional de Transferencia debido a un incumplimiento de contrato.
"Todos estos elementos del reglamento de la FIFA sobre el estatuto y la transferencia de jugadores, incluidos todos los demás elementos materiales, los debatió y acordó la FIFA con la Comisión Europea en 2001, tras un diálogo en el cual participaron las partes interesadas del mundo del fútbol y que duró aproximadamente tres años. La sentencia en el caso Diarra, dictada más de 20 años después, significa que algunos de los elementos del acuerdo de conciliación con la Comisión Europea ahora tendrán que revisarse para adaptar el RETJ a la legislación europea", indicó.
En su opinión, la sentencia no afecta a las normas sobre los periodos de inscripción, la transferencia e inscripción de jugadores, la aplicación de sanciones deportivas en determinados casos, las compensaciones por formación y los mecanismos de solidaridad para recompensar a los clubes formadores, la transferencia internacional de menores, el sistema de resolución de controversias por incumplimiento de contrato en cualquier parte del mundo y la protección de las jugadoras, las entrenadoras y las selecciones nacionales.
"No cuestiona la posición de la FIFA como órgano rector del fútbol mundial ni su legitimidad para regular el fútbol internacional. De hecho, la decisión confirma que sigue siendo responsabilidad de la FIFA establecer, proteger y hacer cumplir un sólido sistema regulador del fútbol internacional, en particular para salvaguardar el reglamento y la integridad de una competición deportiva", señaló.
Tampoco cuestiona "que los contratos de trabajo entre jugadores y clubes deben respetarse". "Si los jugadores desean desvincularse de un contrato, habrá consecuencias financieras. Si un club desea contratar a un jugador con un contrato válido, esto aún significará, por lo general, que deberá pagarse la prima de transferencia", insistió García Silvero.