El juicio que sentará en el banquillo al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, por el beso no consentido a la jugadora Jenni Hermoso, iniciará en febrero de 2025 y contará con varios involucrados que prestarán declaración.

El proceso judicial contra el ex mandamás ibérico incluirá los testimonios de varias compañeras de la jugadora, como Alexia Putellas; de su actual seleccionadora, Montse Tomé, o del entrenador de la selección masculina, Luis de la Fuente.

Sus nombres se suman a los de otras internacionales como Laia Codina, Irene Paredes o Misa Rodríguez, que, junto a Putellas, ratificaron la versión de Jenni Hermoso ante el juez que investigó el caso, o el de varios exdirigentes de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) cuando Rubiales estaba al frente, según el auto de admisión de pruebas.

También están previstas las testimoniales, a petición de Rubiales, de sus dos hijas, quienes acudieron a aquella final y viajaron en el avión de vuelta a España con las jugadoras. Según el expresidente federativo, pueden “aportar elementos valorativos” al juez.

Todos darán su versión en el juicio programado entre el 3 y el 19 de febrero de 2025, en el que Rubiales afronta una petición de dos años y medio de cárcel, acusado de agresión sexual y coacciones.

La propia Jenni Hermoso también deberá contar nuevament lo que sucedió tras la final del Mundial de fútbol femenino del 20 de agosto de 2023 en Sídney (Australia), como ya hizo ante la Fiscalía y el juez, cuando declaró que no consintió el beso y que se sintió presionada para justificar la actuación de su superior.

Junto al mencionado Rubiales se sentarán en el banquillo tres de sus más estrechos colaboradores, acusados también de coaccionar a Jenni Hermoso para que dijese que el beso fue consentido: el exdirector deportivo de la selección masculina Albert Luque, al exentrenador de la femenina Jorge Vilda y el antiguo responsable de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera.

La Audiencia Nacional ha aceptado buena parte de las pruebas solicitadas por Rubiales y el resto de partes, incluida una pericial en lectura de labios de lo que el exdirigente federativo pronunció “antes de besar” a la futbolista, según el auto.