Los poderosos se rinden y se termina la Superliga Europea
Colapsa la iniciativa independiente de los 12 clubes más ricos del Viejo Continente ante la dura reacción de los fans, de UEFA y FIFA. Las instituciones inglesas anunciaron que se bajaban del proyecto e hirieron de muerte a la flamante entidad. En la noche de martes hubo una reunión de urgencia entre los fundadores. Luego emitieron un comunicado en el que defendieron a la Superliga, pero admitieron que van a tener que repensarla.
La Superliga Europea colapsó antes de empezar. Tras la salida de los equipos ingleses (Manchester City y United, Liverpool, Arsenal, Tottenham y Chelsea), la competencia emitió un comunicado en el que manifiesta que va a revisar el proyecto.
En el comunicado, manifiestan que la propuesta de un nuevo torneo se debe a que "el sistema existente no funciona". Entre sus propósitos, destacan que buscan generar recursos y estabilidad para todo el fútbol, "incluyendo la ayuda a las dificultades financieras que experimentó toda la comunidad del fútbol por la pandemia".
Por su parte, señalan que su propósito "está alineado con la ley europea y sus regulaciones, lo que fue demostrado por la decisión de la Corte de proteger a la Superliga". Además, remarcan que van a reconsiderar los pasos apropiados para darle una nueva forma al torneo, siempre teniendo en mente "ofrecerle a los fans la mejor experiencia posible".
Todo comenzó temprano con diferentes reacciones opuestas al proyecto: el propio Papa Francisco se mostró en contra de la movida, así como también lo hicieron fanáticos de distintos clubes, UEFA y FIFA. Esto hizo que los clubes ingleses se bajen del proyecto: en los diferentes comunicados, todos coincidieron en que una de las razones por las cuales decidieron dar marcha atrás en esta competencia es por las opiniones de los hinchas, quienes realizaron movilizaciones en los alrededores de las instituciones.
En LaLiga también muchos clubes tomaron decisiones. Según anunció el presidente Laporta, Barcelona sólo se incorporará a la Superliga si el proyecto es aprobado por la Asamblea de socios. Por otro lado, el Atlético Madrid este miércoles anunció también su baja.
Tal como pudo confirmar Doble Amarilla, durante la noche del martes se desarrolló una importante y extensa reunión de todos los clubes fundadores. Mientras la mayoría retrocede, persiste la postura inflexible de Florentino Pérez, presidente de Real Madrid, mientras que este miércoles Andrea Agnelli, líder de Juventus, aceptó la derrota.
En la mañana del miércoles a la baja de Atlético se sumaron noticias desde Italia donde tanto Inter como Milan anunciaron sus respectivas deserción del proyecto dejando sólo tres clubes en pie.
La postura de la Premier League y el gobierno
Boris Johnson, Premier Británico, volvió a dejar trascender hoy su postura sobre el tema, luego de participar en una reunión con clubes de la Premier League, la FA y organizaciones de hinchas de varios clubes: "El primer ministro confirmó que el Gobierno no respaldará que un pequeño puñado de propietarios creen una tienda cerrada", apuntó un portavoz oficial en un comunicado. En la nota se agrega que Johnson "ha sido claro en que no se descarta ninguna medida y que el Gobierno explora todas las posibilidades, entre ellas las opciones legislativas, a fin de asegurar que se frenan estas propuestas".
La Premier League ya mostró su total oposición al anuncio de doce clubes europeos de lanzar una competición europea cerrada entre los equipos más ricos y poderosos del continente al afirmar que los equipos son "algo más que marcas globales". En ese sentido, en las últimas horas existió una reunión entre los 14 clubes de la Premier League que no participarán de la Superliga. La idea era otorgarle plazo a estos seis clubes hasta el final del actual torneo, para que ratifiquen o rectifiquen sus intenciones. En caso de seguir con la idea de disputar la Superliga, la Premier League podría resolver expulsar a estos seis clubes del torneo.
Sin embargo, rápidamente, Manchester City y United, Tottenham, Liverpool y Arsenal confirmaron sus decisiones de bajarse del torneo. En los diferentes comunicados, todas las instituciones coincidieron en que influyó el absoluto rechazo de los fanáticos hacia la creación de la Superliga. Además, varios jugadores y entrenadores remarcaron su oposición a este torneo.
"No nos gusta y no queremos que suceda. Esta nuestra posición colectiva. Nuestro compromiso con este club y sus seguidores es absoluto e incondicional. Tú nunca caminarás solo", dice el mensaje.
La salida más influyente para la caída de esta propuesta es la de Manchester United, cuyo vicepresidente Ed Woodward ya anunció que ante esta posibilidad frustrada abandonará su cargo a mediados del corriente año, dos meses antes de que hubiese dado comienzo justamente la Superliga, en agosto próximo.
Sin embargo, no es este el disparador del derrumbe de este castillo de naipes, sino el del dueño del club, el empresario estadounidense Joel Glazer, que había sido designado vicepresidente primero de la Superliga, por detrás del titular, Florentino Pérez, y por delante del vice segundo, Andrea Agnelli, de la Juventus, que ante ello parecía que iba a renunciar a la presidencia del club italiano, aunque eso por ahora no ocurrió.
Glazer era el impulsor económico de este proyecto desde los Estados Unidos, por detrás de Florentino Pérez, y su deserción deja vacías las promesas realizadas por el titular del club madrileño realizadas ayer en el canal Antena 3, cuando habló de "iniciativa solidaria" que, prometió, "derramaría dinero a las instituciones más modestas cuando aumenten las ganancias de las más poderosas".
La UEFA busca inyectar € 7 mil millones
El máximo organismo europeo habría mantenido contactos con un fondo de inversión británico para inyectar entre 4.500 y 7.000 millones de euros, según RMC. Una jugada con la que buscan desbancar económicamente a la Superliga Europea, el principal motivo y el único por la que se conformó.
La UEFA, que ya ha advertido a los clubes y jugadores implicados en la Superliga europea con consecuencias legales, estaría estudiando la posibilidad de asociarse con un inversor con sede en Londres de cara al futuro.