Los jugadores del Manchester United fueron forzados a dejarse revisar los autos por la seguridad camino al entrenamiento en busca de bombas o posibles amenazas tras el atentado en el Manchester Arena.

Phil Jones y Henrikh Mkhitaryan fueron algunos de los jugadores del conjunto de Mourinho que pararon sus automóviles y dejaron que los guardias revisaran el interior y el exterior de los vehículos.

La seguridad de CSG, usó un detector de metales y explosivos para chequear no no hubieran dispositivos extraños debajo de los autos de los jugadores.