Perú: casi el 80% de los peruanos quieren a Oviedo afuera de la federación
"Pulso Perú" realizó un relevamiento en el que arroja que 8 de cada diez peruanos no lo quiere al frente de la FPF. Oviedo, que encabezó el proyecto que llevó a la Selección Inca a un Mundial y destrabó la cuestión Paolo Guerrero, perdió toda su popularidad luego de ser imputado como presunto instigador del asesinato de dos sindicalistas. El sondeo contradice la mirada de Conmebol, que ve un intento político para desestabilizar a Oviedo
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Hacía 36 años que Perú no jugaba un Mundial. En Rusia 2018, la Selección Inca fue parte, gracias al gran trabajo de Ricardo Gareca. El presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Edwin Oviedo, debería ser una suerte de héroe nacional. Más si se le suma que logró destrabar el caso Paolo Guerrero y el "9" pudo disputar el Mundial. Sin embargo, 8 de cada diez peruanos quieren que renuncie.
Como anticipó Doble Amarilla, esta semana el presidente de Conmebol, Alejandro Domínguez, conminó a todos los presidentes de las federaciones que estuvieron en la reunión del Consejo a que defiendan a Oviedo ante el supuesto intento de derrocamiento liderado por Paco Casal. Los argumentos de la encuensta destierran la teoría conspirativa que surge desde Asunción. Es más, varios presidentes no coinciden con la mirada de Domínguez y entienden que fue un intento de conseguir aliados en su guerra personal con el empresario uruguayo.
¿Cómo se explica la impopularida de hoy del presidente de la FPF? Sobre Oviedo pesan acusaciones muy duras, está acusado de haber participado en el asesinato de dos sindicalistas y de tráfico de influencias con la Copa del Mundo como palanca para conseguir "favores" de Jueces de la nación. Algo que explotó en los llamados "audios de la vergüenza"
Ante esta realidad, la sociedad peruana ya se expresó. Según informa "Pulso Perú", el 79% de los peruanos quieren que Oviedo deje su cargo en la FPF. Ya se dijo que los dirigentes le habían pedido que dé un paso al costado y que incluso, parte de las enormes dudas de Gareca para continuar al frente de la Selección tenían que ver con lo poco claro que estaba el tema de Oviedo y sus cuestiones extrafutbolísticas.
Oviedo despilfarró toda la popularidad que podría haber tenido por ser el Comandante en Jefe del proyecto que desembocó en Perú en Rusia 2018. La difusión de unos audios en los que aparece Oviedo, los jueces César Hinostroza, Walter Ríos y el empresario Antonio Camayo son motivo suficiente para que la sociedad peruana pida un cambio en la FPF.
Es más, la misma encuesta, que refleja el sitio "Perú 21", también habla que el 89% de los peruanos considera que hay corrupción en el fútbol de ese país y un 73% considera que se debe reformar la dirigencia del fútbol peruano.
El escándalo comenzó cuando trascendieron audios en los que los jueces le pedían a Oviedo entradas y pasajes para los partidos de Perú en la Copa del Mundo. A cambio, el polémico empresario, obtenía favores en la Justicia, ya que estaba implicado en diversas causas, algunas muy pesadas. En 2016, Oviedo pudo excluirse de la causa "Los Wachiturros de Tumán" al presentar una Casación a la que la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema le dio curso. En esa sala estaba César Hinostroza.
En los audios, Hinostroza y Camayo llaman a Oviedo "Edwincito", "El Gordito" y demás. "Cuarto Poder" dio a conocer el audio en el que hablan Hinostroza y Oviedo y arreglan verse en la casa de Camayo. Audio que explotó tras el operativo "Los Cuellos Blancos del Puerto" por el cual fue detenido Camayo. En ese momento, Oviedo publicó una carta pública en la cual se despegó de "Toño" Camayo.
Tiempo después, un nuevo audio directamente refleja como el Juez Hinostroza le preguntaba a Oviedo cuando le daría "los tickets físicos". Ese recorte del audio permite comprobar lo que para la Justicia de Perú es "tráfico de influencias".
Mediante esos audios, Oviedo logró que un pueblo futbolero que debería tenerlo en un pedestal pida, por amplísima mayoría, su cabeza. Al igual que sus pares dirigentes del fútbol de ese país. A esta altura, lo más increíble, es que Oviedo resista aferrado a un cargo que ya no sólo los actores ligados al fútbol piensan que debe dejar.