¿Quién es el funcionario al que evitan pedirle la renuncia tras el operativo de la Superfinal?
Marcelo D’Alessandro es el Secretario de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires a quien todos le apuntan, junto al Ministro Martin Ocampo, para que presenten la renuncia luego del bochornoso operativo del fallido Superclásico del fin de semana. La íntima relación con Servini.
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Marcelo D’Alessandro es el Secretario de Seguridad porteño, y desde el mediodía del sábado, uno de los funcionarios más observados y nombrados en todo el país. Fue, en buena parte, el responsable del operativo de seguridad de la fallida Superfinal. Antes de llegar a ocupar el cargo que hoy tiene, D’Alessandro viene de hacer política en el Frente Renovador de Sergio Massa.
Abogado recibido en la UCA, en su CV en la política tiene estos puntos: Fue Diputado Nacional por el Frente Renovador gracias a su rol de Interventor de Unión Popular, uno de los sellos que forman parte del armado massista y partido que tiene un lazo con Eduardo Duhalde. Llegó a la cámara baja tras las elecciones de 2013, el momento de gloria de Massa. Antes había sido Director General de Infracciones del Gobierno de la Ciudad. A pesar de tener lazos con el massismo, llegó a ser uno de los hombres fuertes de la seguridad porteña.
En sus etapas en el Frente Renovador, D’Alessandro caminó el distrito de Lanús. Con presencia territorial, estuvo cerca de Francisco De Narváez y Nicolás Russo, otros hombres de peso dentro del sello massista en el GBA y la Provincia de Buenos Aires. Además, es el Presidente de la Comisión de Legislación del Colegio de Abogados de Lomas de Zamora, y docente en la cátedra de Derecho Político en la Universidad de Lomas de Zamora (UNLZ).
Muchos se preguntaron cuál fue la razón que lo catapultó al difícil cargo en la Ciudad ya que no contaba con experiencia alguna en cuestiones de seguridad y fue llamativo su nombramiento. Quienes están cerca del alcalde Rodríguez Larreta saben que fue dentro de un acuerdo con Daniel Angelici a sabiendas que su jefe inmediato (Martín Ocampo) también es alguien muy cercano del presidente de Boca. Pero, en todo este entramado de lazos, lo que no se supo es la íntima relación de D’Alessandro con la jueza María Servini, la misma que tiene Angelici quien no duda en decirlo en reuniones privadas. La “Chuchi”, como la llaman a la temida jueza federal en Comodoro Py, lo trata como un hijo al cuestionado Secretario de Seguridad. Es la razón por la cual aún no ha renunciado ya que todos saben que Servini es alguien que por sus competencias en temas electorales (de hecho fue quien intervino el PJ designando a Luis Barrionuevo como Interventor aunque luego tuvo que dar marcha atrás con esa resolución judicial), siempre es requerida. Cercana también a muchos políticos, fue la jueza que llevó adelante la mediática causa de Fútbol Para Todos, impulsada también por otra política hoy de Cambiemos, Graciela Ocaña.
El entramado de la llegada del funcionario en cuestión podría derivar en un nuevo conflicto para Rodríguez Larreta, que ya anda pidiendo nuevas encuestas de cómo le impactó este episodio al que tuvo (¿o lo obligaron?) que hacerse cargo y podría repercutir en su muy buena imagen que tienen los porteños. Además del perjuicio a su imagen en el corto plazo, opacaría sus encubiertas aspiraciones presidenciales.
D’Alessandro espera recostado sobre el apoyo de la Jueza qué será de su destino. El sentido común diría que en cualquier otra circunstancia no podría mantener el cargo luego de las supinas negligencias que tuvo el operativo. Pero habrá que esperar como explican la continuidad en su cargo. Una trama de internas, poder, política, justicia y viejos amigos detrás del bochorno del siglo del fútbol sudamericano.