FIFA-Gate amenaza con llevarse puesto a Eugenio Burzaco
La declaración en la Corte de Nueva York de Eladio Rodríguez, mano derecha de Alejandro Burzaco en Torneos, complicó más al segundo de Patricia Bullrich en Seguridad. Bajo juramento, Rodríguez aseguró que Eugenio Burzaco intentó ayudar a su hermano y accedió a información del pago de sobornos. Crecen las voces que dudan de su continuidad en el gabinete. Todas las declaraciones que lo complican.
(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Día a día es cada vez más comprometida la situación del Secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco, luego de que hoy se conocieran nuevas revelaciones en la Corte de Nueva York que salpican al segundo de la ministra Patricia Bullrich con sus desesperados intentos por ayudar a su hermano cuando estaba prófugo de la Justicia de EEUU en la causa del FIFA Gate.
Hoy fue el turno para declarar de Eladio Rodríguez, un hombre de estrecha confianza de Alejandro Burzaco y hombre clave en la operatoria de pagos de sobornos que hizo Torneos durante años. Por tercer día, se sentó ante la jueza Pamela Chen y volvió a aportar detalles del pago de coimas que empiezan a tener ribetes que pasan a ser cuestión de Estado.
Bajo juramento, Rodríguez aseguró que el actual secretario de Seguridad se reunió al menos dos veces con él para tratar de ayudar a su hermano Alejandro después de que éste fue acusado de lavado de dinero y crimen organizado por las autoridades estadounidenses. Según consta en la declaración a la que tuvo acceso el periodista Ken Bensinguer, la intención de Eugenio Burzaco era idear una estrategia para que su hermano colaborara con la Justicia y así poder rebajar su pena.
Según Rodríguez, en la primera reunión, Eugenio Burzaco le pidió información sobre el pago de coimas para poder evaluar los pasos a seguir. Luego detalló que "hubo un segundo encuentro que se llevó a cabo en un bar porteño y donde el funcionario fue acompañado por un guardaespaldas". Rodríguez testificó que le entregó el pen drive a Eugenio Burzaco y que no sabe después que pasó con el artefacto. Esa “memoria” contenía información sobre los pagos de Alejandro Burzaco a entre otros a Julio Grondona, Eduardo DeLuca, Romer Ozuna, Jose Luis Meiszner, y Eugenio Figueredo.
El fuerte testimonio comprueba que el funcionario tuvo información sobre el pago de sobornos previamente a que su hermano testificara ante la Corte para admitir culpabilidad. Esto se suma a las declaraciones del propio Alejandro que dijo bajo juramente, que cuando aún estaba prófugo, su hermano le había recomendado no volver a la Argentina porque la policía lo buscaba para asesinarlo. "Él supo que instrucciones habían sido dadas a la Policía de Buenos Aires, la más grande del país, de callarme para hacer que fuera imposible que dijera cualquier cosa en Estados Unidos, incluso matándome”, afirmó ante la pregunta del fiscal Samuel Nitze.
Esto se suma a que la semana pasada La Oficina Anticorrupción (OA) inició investigación contra el secretario de Seguridad luego que en el mismo juicio se conociera que figura como albacea de una cuenta bancaria a nombre de una empresa offshore de su hermano. En esa cuenta del Merrill Lynch, en junio de 2008 se depositaron u$s 4,23 millones, producto de la venta de acciones de Torneos y Competencias, de acuerdo al testimonio del empresario. "Mi hermano aparecía en caso de que yo muriese, para que hubiese alguien responsable por esos fondos" frente a sus hijos, detalló Burzaco en Nueva York. Asimismo, indicó que el actual funcionario no era administrador de la cuenta.
Cada día que en Nueva York repica el nombre de Eugenio Burzaco, en Casa Rosada saltan las alertas. Hace unos días una reunión de urgencia con el presidente Mauricio Macri disparó todos los rumores sobre un posible pedido de renuncia. A las pocas horas fueron desmentidos, pero la tensión existe. Fuentes del gobierno se aventuran inclusive a especular con una posible salida hacia una embajada cuando la espuma baje. Sin embargo, Eugenio Burzaco ya le habría hecho saber al presidente que no puede dejar el país porque hoy está prácticamente al cuidado de los hijos de su hermano. Lo cierto es que hoy su permanencia depende casi en exclusividad de una decisión presidencial y el crédito es cada vez menor.