Gobierno vs. AFA: cuáles son las sanciones en caso de una intervención política a una asociación
El estatuto de la FIFA advierte que todas las federaciones miembro están obligadas a administrar sus asuntos de forma independiente. Una intromisión política de la gestión de turno podría llevar a la suspensión e incluso la expulsión.
El Gobierno insiste con querer avanzar en la implementación de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) y que la Asociación del Fútbol Argentino las admita en sus torneos, medida que va en contra de lo que dice el Estatuto del ente rector y que podría generar severas sanciones por parte de FIFA, ya que podría esto ser considerado una intromisión de un gobierno en el ámbito de una asociación.
La “Casa Madre” del fútbol de nuestro país plantea en su Carta Magna que se identifica a un club como una asociación civil con personería jurídica y con la autoridad de controlar la respectiva jurisdicción que ha sido admitida por la Asamblea como miembro de la AFA o de una liga reconocida por la AFA y con al menos un equipo que participa en una competición.
Dentro de las disposiciones generales, en el Artículo 1 se detalla que “la Asociación del Fútbol Argentino es una asociación civil, constituida con arreglo a la legislación de Argentina e inscripta en la Inspección General de Justicia. Su duración es indefinida”.
Las últimas disposiciones que estableció la Inspección General de Justicia (IGJ) en su última resolución general, promoviendo las SAD a través del DNU 70/2023 que estableció el Presidente Javier Milei en diciembre de 2023 van en contra de los principios de la AFA.
El problema para el fútbol argentino que esto podría ser severamente castigado por la FIFA, quien establece en su reglamento que las federaciones miembro deben ser administradas de forma independiente y procurar que no se produzca ninguna injerencia por parte de terceros en sus asuntos internos. Esto se refleja en los artículos 14 y 15 del Estatuto del ente rector del fútbol a nivel mundial.
Además, la normativa refiere que el reglamento de todas las federaciones deberán ser neutrales, independientes y prevenidas de injerencias políticas, garantizando completa autonomía especialmente en los órganos judiciales. Este argumento en el que se prohíbe toda injerencia política viene extendido en el artículo 19.
“Todas las federaciones miembro administrarán sus asuntos de forma independiente y sin la injerencia de terceros”, dice el apartado de la FIFA. A su vez, establece que “los órganos de las federaciones miembro se designarán únicamente mediante elección o nombramiento interno” y que sus estatutos “estipularán un procedimiento electoral democrático para la elección o los nombramientos”.
“La FIFA no reconocerá a ningún órgano ni las decisiones tomadas por el mismo de una federación miembro que no haya sido elegido o nombrado mediante elección o nombramiento interno”, advierte el artículo 19, algo que estaría llevando adelante la gestión Milei en complicidad con Mauricio Macri.
La intervención gubernamental puede llevar a sanciones severas por parte de la FIFA, incluyendo la suspensión de la federación nacional afectada, lo que implica la exclusión de todas las competiciones internacionales y la pérdida de beneficios asociados a la membresía en la FIFA.
La AFA ya tuvo una experiencia traumática con la intervención de FIFA y fue en 2016 durante la gestión de Mauricio Macri como jefe de Estado. Tras la muerte de Julio Grondona y el interinato presidencial de Luis Segura, se llevó a cabo la famosa elección “38 a 38” que terminó en escándalo. AFA estuvo a punto de ser desafiliada del Mundial de Rusia de 2018, pero finalmente tuvo la desginación una “comisión normalizadora” que fue encabezada por el expresidente de Belgrano, Armando Pérez y Javier Medín como vicepresidente.
Siguiendo con las sanciones, otro ejemplo es el de la Federación Nigeriana de Fútbol, suspendida por FIFA en 2010 por la interferencia del Gobierno de ese país, quien impuso un castigo al seleccionador nacional tras su temprana eliminación del Mundial de Sudáfrica 2010. También le ocurrió en 2014, aunque en ese caso fue debido a un proceso judicial que limitaba las capacidades administrativas del presidente.
El caso más reciente es el de la Federación de Fútbol de Sri Lanka (FFSL), suspendida a inicios de 2023 luego de que la FIFA considerara que se produjo una “injerencia gubernamental” durante las elecciones del nuevo comité ejecutivo de la Federación. Esta suspensión fue levantada meses después de que el Gobierno esrilanqués aceptara su independencia la independencia de la FFSL.