(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Quilmes ya casi no tiene espuma, ni tiempo para dejar enfríar bien el trago. La institución 'cervecera' está entre la espada y la pared y depende, básicamente, de AFA para evitar que su crisis financiera se agrave y la amenaza de la quiebra, que hoy no es tan cercana, comience a materializarse.El club, que actualmente milita en la B Nacional, debe en total $140 millones de pesos homologados tal como arrojó la convocatoria de acreedores a la que se llamó en octubre de 2016, meses después de que tomará la conducción del club Marcelo Calello, el sucesor de Aníbal Fernández que dejó al club envuelto en un caos financiero impresionante.

La deuda inicial era de 300 millones, post convocatoria se lograron "licuar" millones de pesos hasta llegar a los $140 millones de hoy, de los cuales $80 millones de pesos le corresponden a la AFA, su principal acreedor y quién jugará un rol clave en la resolución del conflicto. 

El tema es que para AFA, Quilmes es un 'caso testigo'. Según averiguó Doble Amarilla, la institución se puso férrea con el elenco sureño porque quiere evitar un "ola" de convocatoria de acreedores. En Viamonte saben que hay varias instituciones pendientes de la suerte de la institución sureña para decidir si toman el mismo camino, es por eso que se muestran "inflexibles". Es más, desde AFA alertaron: "Quilmes deberá adecuarse a las reglas del juego y tener un plan similar al del resto". Ante este panorama, mínimamente, deberá aportar a la AFA (con el fin de achicar su deuda), el 30% de lo que cobra por los derechos audiovisuales. 

Así las cosas, Quilmes le presentó a la AFA una segunda propuesta superadora de la que presentó cuando Armando Pérez comandaba en Viamonte. En aquel momento, se habían ofertado pagar el 50% de los $80 millones que le adeuda a la entidad, con tres años de gracia en el medio. Ahora, a la conducción de Chiqui Tapia, Quilmes le ofertó un 70% y volvió a pedir esos famosos tres años de gracia. Sin embargo, la Asociación se opuso y elevó una contraoferta que en el Sur los hizo correr espantados: el 100% y una "llave" inmediata en efectivo. 

El presidente del club, Marcelo Calello, sin embargo, se mostró optimista con que AFA se llegará a un entendimiento y antes del 15/11, fecha en que vence el segundo plazo para presentar la propuesta formal del concurso, todo quedará solucionado: "Creemos que la AFA esta dispuesta a negociar como el principial acreedor, seguimos charlando con Tapia, que quiere que lleguemos a buen puerto", le dijo a "Doble Amarilla"


En julio de 2016, Marcelo Calello tomó las riendas de Quilmes. Se encontró con un caos institucional mayúsculo, con un club que ni siquiera tenía una cuenta bancaria y un último balance que arrojaba un pasivo de $208 millones de pesos. "Un dibujo", le dicen a Doble Amarilla, fuentes del club quilmeño.

Ante este panorama, a Quilmes no le quedó otra que entrar en convocatoria, en una situación en la que además había perdido los pocos "activos" que tenía. La institución perdió o dejó ir a Alan Alegre, Lucas Pérez Godoy, Leonel Bontempo, Matías Morales, Walter Benítez y Sergio Hipperdinger. Así, rifó los pocos 'activos' que tenía y quedó en Pampa y la vía. 

La convocatoria de acreedores, aunque desaconsejada por la Comisión Normalizadora de Armando Pérez, fue la única salida que Quilmes encontró para empezar a ordenar sus números. 



Dentro de lo que es una convocatoria de acreedores, existen dos tipos de estos: los quirografarios y los 'pronto-pagos'. Dentro de los primeros, se encuentran la AFA, la AFIP y algunos empresarios. En el grupo de los segundos están los empleados del club y Futbolistas Argentinos Agremiados. El club le adeuda a la AFA la mayor parte de su deuda, y el segundo acreedor es Agremiados. En total, a los 'pronto-pagos', Quilmes les adeuda $35 millones de pesos. Un detalle, si el concurso sigue su curso, el club deberá empezar a pagar estas 'obligaciones' en febrero de 2018.

Sin embargo, la AFA puede hacer caer todo. ¿El motivo? Cuando un acreedor, cualquiera sea, levanta la mano para objetar un concurso, este se cae. Así las cosas, si AFA insiste en no aceptar la propuesta que el club le acerca, el concurso se caerá y Quilmes entrará en otra etapa: la de la Ley de Salvataje, la famosa Ley 25.284, que ya salvó a otros clubes en el pasado, como por ejemplo a Racing y a Ferro. 



En caso que la AFA no dé el brazo al torcer, irremediablemente Quilmes caerá en la denominada "Ley de Salvataje". ¿Qué sucederá? Automáticamente, todos sus acreedores cobrarán un 60% de la deuda, sin derecho a pataleo, y sin fecha segura de cobro. Y aunque parezca económicamente que a Quilmes le conviene, lo cierto es que la "Ley de Salvataje" tiene su "lado B": el club se quedaría sin Comisión Directiva y sería manejado por un Órgano Fiduciario, compuesto por "tres miembros. Sus integrantes, actuarán en forma conjunta y controlados judicialmente", dice la norma y agrega que el triunvirato debe estar conformado por "un abogado, un contador y un experto en administración deportiva". Dichos componentes no deben haber sido dirigentes ni candidatos en los últimos tres períodos en el club y deben tener, mínimo, una antigüedad de diez años de socio. 

De todas maneras, esta opción recién entraría dentro de las posibilidad a partir del 16/11, y siempre y cuando la negociación con la AFA, abierta, falle estrepitosamente. ¿Puede quebrar Quilmes? Si bien es el máximo riesgo, lo cierto es que, una fuente del club aseguró a este portal: "Tiene que salir todo muy mal para que eso pase. Puede pasar, claro. Pero falta mucho tiempo para eso".