Santilli desdramatizó la reunión Macri-Mellizo y dijo que la frase de Gallardo no ayuda
El Vicejefe de Gobierno de la CABA habló de la actualidad de River en dos apariciones públicas. En la primera, se despegó de D'onofrio y pidió "alejar los fantasmas". En la segunda, se mostró más comprensivo de la calentura que hay en Núñez, la reconoció como propia, pero mantuvo distancia del discurso oficial del club del que es socio y en el cual su familia tiene larga trayectoria dirigencial. Darío Santilli, su hermano, es Prosecretario de la actual CD.
(De la redacción de DOBLE AMARILLA) El Vice jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Diego Santilli, se refirió a las constantes sospechas que llegan desde el lado de River que refieren a una conspiración en favor de Boca desde los sectores de poder, tanto en AFA como en Gobierno. Cabe recordar que tanto Mauricio Macri (presidente de la Nación), como Chiqui Tapia (titular de la AFA) y Daniel Angelici (mandatario xeneize) son reconocidos hinchas xeneizes. Santilli, cuyo apellido tiene dilata trayectoria dirigencial en el 'Millo', reconoció su pasión por el club, admitió que se fue caliente luego del partido ante Godoy Cruz, pero pidió mesura.
"River tiene que dejar de lado los fantasmas y poner lo que tiene que poner dentro de la cancha", esbozó Santilli en diálogo con Radio La Red este mediodía. "No hay que victimizarse en primer lugar. Y obviamente que con el presidente (Macri) existen las 'chichanas', pero hay que sacarse los fantasmas", aclaró. Además, Darío Santilli, hermano de Diego Santilli, es Prosecretario de la CD de River. A su vez, su padre Hugo fue presidente en los 80. Ante esto, no se puede desconocer el peso de sus palabras.
Por la tarde, en "Fox Sports Radio", el Vicejefe profundizó sus dichos: "Los argentinos somos muy pasionales. Me dio mucha bronca lo que pasó el fin de semana pasado. Ver al referee, a la distancia que estaba de Pratto, el árbitro no puede no verlo. Lo del offside...Pero la más grotesca es el pase atrás", analizó los horrores de Jorge Baliño.
Sin embargo, en sintonía con sus palabras del mediodía, repudió los insultos al Presidente de la Nación, Mauricio Macri: "No tienen nada que ver los insultos al Presidente. Él es hincha de Boca. Yo soy fanático de River y todo lo que pueda hacer por River lo voy a hacer. Horacio es hincha de Racing, venenoso, pero venenoso, pero hasta ahí, la escalada no tiene nada que ver con un Presidente que tiene un millón de temas distintos que la Superliga argentina", aclaró.
También minimizó el encuentro entre Mauricio Macri y Guillermo Barros Schelotto: "A mí me llega a llamar el Muñeco para tomar un café y lo anoto en la agenda. Para mí es central. Y me muero, para mí es un crack, es un ídolo, lo respeto intelectualmente, profesionalmente y es muy laburador", elogió al DT de River, aunque también le pegó un "palito": "La frase de Gallardo no ayuda, pero entiendo a las partes. Cuando Rodolfo llega a River, estaba devastado. Y ellos armaron un proyecto con Marcelo, con Enzo. El Muñéco representa la identidad de River, y la representó Ramón años atrás. Llevar eso adelante le costó a River. Todo ese laburo central a veces se ve empañado por una terna arbitral que dirigió mal. El domingo le erraron los tres, o dos, y te duele. Y te daña".
En la misma sintonía también criticó al 'Beto' Alonso: "Estuvo muy mal, pésimo. Es un ídolo, me encanta hablar con él de fútbol, pero no ayuda, no contribuye lo que dijo".
Por último, Santilli se refirió a la posibilidad de que haya VAR en la final de la Supercopa Argentina: "Sí, pero...¿Cuáles son las reglas? A mí me decís "pongo el VAR", yo lo pongo con la condición del "ojo de Halcón", cada equipo lo puede pedir dos veces, el entrenador o quien sea. Dos veces por tiempo o una vez por tiempo. Y se acabó", opinó.
Sus palabras son de peso, ya que la teoría conspirativa que ensaya River tomó fuerzas tras el mal uso del VAR en la semifinal de la Copa Libertadores. Ese día D’Onofrio internamente se autoconvenció que a River le metieron la mano en el bolsillo y ahí comenzó a pergeñarse el slogan de la “guardia alta" que un mes después iba a generar una nueva grieta en el fútbol argentino. Hoy en River creen de manera dogmática que Macri y la AFA quieren perjudicar tanto al club como a su presidente.