(DE LA REDACCIÓN DE DOBLE AMARILLA) Cada vez que Carlos Tevez se sienta en una silla frente a Alejandro Fantino, la política está atenta. El jugador, quien dice no entender demasiado de política, juega constantemente en esa arena. El link es siempre el fútbol. Bueno, es que al fin y al cabo esos mundos cada vez se fusionan más profundamente.

Sólo basta con recordar el revuelo que causaron sus declaraciones en "Animales sueltos" hace un par de años cuando habló de la pobreza en el feudo de Gildo Insfrán. "Salimos del aeropuerto camino al hotel. Soy de mirar mucho, miro mi país. Me gusta. La pobreza que hay en Formosa es muy, muy grande. Muy grande. Me puse a mirar eso y de repente pasamos un paredón grande y entramos al hotel. ¡Era Las Vegas! con casino, con todo. Y salías del paredón ese y la gente se estaba cagando de hambre.” Los dichos le valieron la furia kirchnernista en pleno idilio del jugador con Daniel Scioli.

Justamente la relación con el exgobernador se construyó a base del balompié. Son recordados los asados de Carlitos con Scioli y su equipo de colaboradores, además de los duelos de futsal en La Ñata, donde aún decora las gradas una escultura de Tévez. Todavía en Italia, el crack le había prometido el respaldo para la campaña presidencial. Conocido esto, desde la vereda de enfrente empezaron con el operativo para repatriar al ídolo. En el PRO jamás disimularon que el retorno de Tévez a Boca tenía fines políticos. Es más, en esa época de negociaciones entre Buenos Aires y Turín, el propio Carlos Pagni se preguntaba en el diario La Nación: “¿cuánto pedirá Tévez para sumarse al PRO?". 

La encrucijada y el tiroteo de sus dos amigos incomodó al crack, quien decidió bajarse del escenario político en medio de una campaña con más barro que los potreros de Fuerte Apache. "Tomé la decisión de no pegarme ni a Macri ni a Scioli", dijo por TV. Finalmente cumplió, ninguno de los candidatos tuvo su foto de campaña con el crack.

Ahora, liberado, Tévez vuelve a jugar con la política. Frente a Fantino retomó los elogios a Mauricio Macri y lo comparó con un padre. "A mí él siempre me aconsejó para bien, fue como un padre para mí. Siempre me ayudó con el tema de la plata, me daba consejos, 'si alguien te ofrece el cielo, no lo tomés', me decía", recordó. Además, aseguró tener "plena confianza" en el Presidente de la Nación. “Es el hombre que puede cambiar la Argentina. Después se puede equivocar o no. Las cosas que haga políticamente, cómo se maneje, no lo sé", agregó el “Apache” en un flor de espaldarazo.

Preguntado respecto a si aspira a la presidencia de Boca, el goleador volvió a hacerse cargo aunque admitió que aún le falta. "Yo si quiero ser presidente de Boca tengo que prepararme bien. No retirarme y presentarme, porque voy a ser un desastre", disparó. Ya hace unos años en una entrevista con la Gazzetta del Sport había advertido que iba por ese camino tras su retiro. "Me gustaría ser presidente de Boca, pese a correr el riesgo de perder todo como le pasó a Passarella en River”, había dicho. 

Tévez más político que nunca. ¿Tendrá lugar dentro de la lista oficialista en dos años o aún seguirá enfundando botines para esa época? El tiempo lo dirá...