Así juega Francia, el rival de la Argentina que va por el bicampeonato del mundo
Analizamos al rival de la Selección Argentina en la gran final del Mundial. El equipo de Didier Deschamps es un conjunto práctico, inteligente y tiene al futbolista más desequilibrante de la actualidad. Detalles de un equipo que quiere hacer historia.
Hablar de la Selección de Francia es hablar de un equipo con un verdadero arsenal de herramientas a disposición de su entrenador, Didier Deschamps. A tal punto que el próximo rival de la Argentina debió rearmarse varias veces por mal de ausencias en la previa a la Copa del Mundo.
El conjunto que defiende el título mundial padeció varias lesiones en la previa a la gran cita de Qatar y debió reponerse a perder a N' Golo Kanté, Paul Pogbá, Nkunku y Karim Benzema, entre otros. Un desafío enorme para un combinado que tiene a su entrenador entre sus principales valores.
Didier Deschamps no es ningún improvisado. Fue campeón como futbolista en la inolvidable formación de 1998 y su capitán. No es un cultor del estilo vistoso, pero si es un técnico que sabe aprovechar cada detalle que deja librado el adversario. Sus equipos son inmensamente pragmáticos y apuestan a desgastar al rival, habida cuenta de saber que sus atacantes son garantía de gol en el arco de enfrente. Tiene en su plantel una mixtura bien variada entre experiencia y juventud.
Hugo Llorís es el garante de la valla. El experimentado arquero del Tottenham Hotspur, que se acerca a las 170 presentaciones defendiendo los colores de su país, es uno de los mejores en su puesto en las últimas dos ediciones de la Copa del Mundo. Es un guardavallas con un estilo muy vistoso, con buena potencia de piernas para poder llegar sin inconvenientes a ángulos más que complicados. Como en la semifinal ante Marruecos.
Es un típico arquero de equipo grande al que no le llegan tanto, pero responde. Un defecto a aprovechar por el conjunto argentino es que suele estar generalmente bajo los tres palos y no sale tanto a descolgar centros o a anticiparse fuera de la línea de gol. Ítem a tener en cuenta en las pelotas paradas y centros a la carrera.
Su central zurdo titular durante gran parte del mundial (solo fue baja por el “Virus del Camello”) es Dayot Upamecano. El zaguero del Bayern Münich, de 24 años, no es un defensor técnico pero es aguerrido, fuerte en la marca y tiene tendencia a atacar al delantero. No suele esperar el movimiento del adversario y aprovecha su enorme físico para imponerse ante sus contricantes. Sus falencias están vinculadas a algunas desatenciones que tiene en momentos muy localizados de cada encuentro.
En la semifinal, Upamecano fue reemplazado por Ibrahima Konaté. El zaguero del Liverpool, al igual que el espíritu de la franquicia inglesa, tiene un estilo más técnico. Se mostró en gran nivel ante Marruecos, sacó provecho de su excelente 1 vs 1, y para gran parte de la crítica, merece estar en el partido clave. Es otro afectado por el virus que afectó a la concentración gala.
Por otra parte, hablar de Raphael Varane no es solo hablar de un central técnico y con un excelente primer pase para garantizar la salida prolija desde abajo. Además hablamos de un futbolista muy ganador, tanto en la Selección como en su paso por el Real Madrid. Se pudo reponer a una lesión a poco de arrancar la Copa, en el partido contra el Chelsea tras lesionarse solo en una jugada contra Aubameyang, y es el líder del Campeón del Mundo.
Al igual que Upamecano, tiene algunas desatenciones que se pueden aprovechar, aunque no da ninguna pelota por perdida. Mostró mucho de lo mejor de su repertorio en octavos de final cuando Polonia se venía con todo. Será duda, según informa L'Equipe, por padecer el “Virus del Camello”-
Theo Hernandez es su lateral izquierdo, un futbolista con gran proyección y verticalidad en ataque. En términos futboleros “sube mejor de lo que baja”. Tiene dinámica y mucho olfato para buscar los espacios en ofensiva. Ante Marruecos mostró gran sentido y técnica para no esperar el movimiento de la pelota y ejecutar antes que Bono lo deje sin ángulo para rematar.
En contrapartida es algo atolondrado para volver a zona defensiva, algo bastante habitual en futbolistas de sus mismas condiciones. Más allá de haber marcado ante el conjunto africano, y destrabado el partido de semifinales, cometió una falta que bien pudo haber sido sancionada como penal ante los árabes. Tiene una velocidad tremenda, de la que intentará sacar provecho cuando la banda se lo permita.
Por el otro andarivel se destaca Jules Koundé. El lateral derecho, que logró notoriedad en el Sevilla, en su club se muestra con mayor dinámica que en el conjunto francés para compensar las subidas de Hernández. Le sacó el puesto a Pavard, verdugo de la Argentina en 2018, por octavos de final. Ante Marruecos tuvo una salvada enorme cuando el partido por semifinales aún estaba en zona de incertidumbre.
Una de las grandes figuras del equipo de Deschamps es Aurelién Tchouameni. El mediocampista del Real Madrid, aún joven, parece saber todos los secretos que un volante central debe tener. Técnica, despliegue, ubicación, panorama. Incluso tiene un excelente remate de media distancia. Francia pudo sacar rédito de ello ante Inglaterra, por cuartos de final.
Su compañero en el medio es Adrien Rabiot, el centrocampista de Juventus es un relojito en el medio. Tiene muy buen primer pase y suele aparecer por sorpresa por detrás de los delanteros. Tiene mucha proyección, lo mostró en varios pasajes, como ante el conjunto británico.
El enlace es un futbolista que muestra un plus con la camiseta de la Selección. La Copa que está teniendo Antoine Griezmann obliga a detenerse en su función en el equipo de Deschamps. A diferencia de su rol en el Atlético de Madrid, junto los ‘Bleus’, el galo se pone el overol y trabaja para su equipo.
Su principal virtud es haber aceptado una función lejos de lo estelar, los flashes y dejar los egos de lado en pos del beneficio del equipo. Delantero devenido en armador, se asocia con el resto de sus compañeros y se muestra en una gran versión. Fue clave en la clasificación francesa a la final.
Por delante del atacante del Atlético de Madrid, el equipo galo tiene dos revulsivos, dos futbolistas que cuando la táctica no da frutos, lo hacen ellos con su impronta individual. Uno de ellos es Ousmane Dembélé. El jugador del Barcelona es totalmente impredecible, tiene un pique corto que lo hace desnivelar y un remate de media distancia que obliga a cerrarle los caminos a que lo use. suele encarar de derecha hacia el centro.
El otro revulsivo es la gran figura de Francia y quien da la impresión que competirá con Lionel Messi por ser el mejor futbolista de la Copa del Mundo. Ni más ni menos que el compañero de la ‘Pulga’ en París Saint-Germain, Kylian Mbappé. ‘Donnatello’ es un futbolista con un estilo y un dominio de pelota en velocidad que lo hacen un fuera de serie. No por nada el PSG y el Real Madrid se lo disputaron en el último receso y el equipo del jeque lo convirtió en el mejor pago del planeta fútbol.
Kylian tiene una dinámica única, una mentalidad ganadora y es la gran carta de desequilibrio del conjunto de Deschamps. La versión que ha llegado a Qatar es superior a la del Mundial de Rusia y con 23 años, buscará hacer historia y convertirse en bicampeón del mundo. Tiene una manera desbordar que lo hace un peligro contante, suele hacerlo de la dercha hacia el centro, y cuando sale Giroud se ubica por el centro del ataque.
Su centrodelantero es Olivier Giroud. El atacante del Milan es potente y con buen juego aéreo. Pero a no confundirse: su porte físico no le impide tener buena técnica para definir y destacarse. Tiene bastante elasticidad y varios recursos para lastimar al rival. Y entiende a la perfección el concepto de ser el primer defensor de su equipo, quizás la gran diferencia con Karim Benzema, quien iba a ser el titular en el puesto hasta que una lesión (de la que recientemente se recuperó) lo marginó del Campeón del Mundo.