En 1989, la Selección Argentina vivió uno de los encuentros más extravagantes de su historia futbolística, y que por supuesto tuvo como protagonista a Diego Armando Maradona. Originalmente programado como un amistoso contra Italia, el partido se transformó en un evento insólito debido a la falta de jugadores disponibles.

Equipos importantes de Italia como el Inter y la Sampdoria se negaron a ceder a sus figuras, lo que llevó a la Celeste y Blanca a enfrentar al Ternana, un club de la cuarta división italiana, reforzado solo por el arquero Stefano Tacconi de la Juventus de Turín.

Bajo la dirección de Carlos Bilardo, el equipo argentino contaba con la presencia de estrellas como Diego Maradona y otros jugadores reconocidos como Jorge Burruchaga y Claudio Caniggia.

El día que la selección argentina jugó un insólito partido contra una improvisada Italia: Maradona llevó a sus hermanos

Sin embargo, para completar la nómina de jugadores, Maradona convocó a sus hermanos, "El Turco" y Lalo, quienes, aunque eran futbolistas, no poseían el nivel necesario para representar a una selección nacional que venía de ser campeona del mundo en México 1986. Para agregar un toque surrealista, el equipo argentino no lució su clásica camiseta albiceleste, sino que llevó camisetas azules prestadas.

A todo esto se le sumó la llegada tardía de Nery Pumpido, el arquero campeón del mundo, promediando el segundo tiempo, que complicó aún más la situación y obligó a que Burruchaga se calzara los guantes para defender los tres palos, convirtiendo el partido en un verdadero espectáculo de improvisación.

El día que la selección argentina jugó un insólito partido contra una improvisada Italia: Maradona llevó a sus hermanos

Así fue el insólito partido entre la Selección argentina y una improvisada Italia

A pesar de las circunstancias inusuales, Argentina logró una victoria abrumadora de 7-2, con Maradona en la cancha celebrando al lado de otros personajes como Guillermo Coppola y su padre Don Diego Maradona en el banco de suplentes.

El día que la selección argentina jugó un insólito partido contra una improvisada Italia: Maradona llevó a sus hermanos

Este evento se recuerda no solo por su singularidad, sino también como un ejemplo del espíritu del fútbol argentino, donde la improvisación y la camaradería superan cualquier adversidad. Así, aquel partido se ha convertido en un capítulo curioso e inolvidable en la rica historia del balompié argentino.