Cuando menos se esperaba (al cumplirse un mes de su llegada como mandamás de Viamonte) y desde donde menos lo podía imaginar (el equipo de su suegro y su cuñado), a Claudio Tapia se le generó un problema con Independiente, Barco y la Selección, y quiere definirlo tan pronto como pueda. 

Este martes el juvenil se entrenó con Independiente y no con la Selección. En Ezeiza lo estuvieron esperando y estallaron. “Debe decidirse, y si no viene, convocaremos a otro”, trinó Fernando Batista, ayudante de campo de Claudio Úbeda.  Desde el propio seno del Cuerpo Técnico de Independiente blanquearon que la estrategia roja por estas horas es forzar al chico a decir que no quiere ir a la Selección. Desde Viamonte, la réplica es “si renuncia ahora, se le cierran las puertas para siempre”.

Entonces, ¿la decisión del juvenil lo deja out de la albiceleste de cara al futuro, más allá de que el próximo DT, o el siguiente, quiera convocarlo? Tapia se despertó este miércoles con toda la intención de terminar el tema. Definirlo. Por sí o por no. Y cortar la novela de Barco.