El hermetismo con el que vive la Selección Argentina es cada vez más grande. Cada vez se encierran más. Tal es así, que transformaron el predio de la AFA en Ezeiza, donde entrena y concentra el plantel encabezado por Jorge Sampaoli, en una especie de "fortaleza" donde no puede ingresar nadie que no pertenezca a su círculo íntimo. 

A los periodistas enviados para cubrir los movimientos del seleccionado sólo les habilitan 15 minutos del entrenamiento donde usualmente el plantel hace la entrada en calor, luego de que concluya el tiempo preestablecido escoltan a los mismo hacia la salida. Pero ahora le suman otra dificultad para los colegas que pasan horas en la entrada del predio: ahora ni siquiera los dejan pasar al baño del predio, tienen que ir a unos baños quimicos por fuera del complejo.

Es sabido que Sampaoli no se lleva muy bien con la prensa ya que reconoce en charlas íntimas, por ejemplo, que los periodistas no saben de fútbol. Además admite que, muchas veces, su hermetismo en los entrenamientos obedece a que después "la prensa escribe cualquier cosa".

Por otra parte, los integrantes del plantes albiceleste y el cuerpo técnico habrían hecho un pedido para que entrenen sólo ellos en el predio ya que necesitan "intimidad", lo que impidió que se entrene el seleccionado de futsal que fue campeón del mundo.