Messi, íntimo: La compañía de Antonela, los cambios desde que formó una familia y la relación con sus padres
La 'Pulga' recibió a Pablo Giralt en su casa de París y mostró gran parte de su mundo. El astro recalcó la importancia de tener a su lado a Antonela, contó cuáles fueron los cambios en su vida personal y profesional desde que fue padre y dio detalles de la relación con Jorge y Celia, en una charla imperdible.
Dentro de todo gran deportista de elite hay un mundo íntimo al que a veces cuesta mucho acceder. Pero Lionel Andrés Messi tiene un carácter muy especial. Tiene que ver con su formación y con la constitución de su familia. Y en ese sentido, se pudo ver un Messi realmente íntimo, en la charla que tuvo con Pablo Giralt, para DirecTV Sports y D-Sports Radio.
"A mi me gusta competir y estar entre los mejores tantos años. Pero lo que queda es la persona, lo que uno hace fuera de la cancha. Desde chico, lo más importante en mi vida es mi familia", sostuvo la 'Pulga'. en la entrevista que pudo verse por la señal deportiva, y se pudo escuchar por D-Sports Radio, el astro argentino reconoció la importancia de su entorno, un refugio: "En toda mi carrera, me pasaron cosas a una edad que quizas a otros no les pasan. La contención de mi familia fue clave en ese sentido", detalló.
Si bien la vida pública está rodeada de entrenamientos, partidos y competiciones, llegar a la casa y rodearse de los afectos es algo clave para Lío. Y el rol de su mujer se vuelve clave. "Antonela me conoce de memoria. A veces el fastidio de un resultado o un mal partido dura, es más fuerte que nunca. Pero llegar acá y ver a mis hijos y a mi mujer me va sacando de eso", sostuvo el delantero del París Saint-Germain. Y agregó: "Thiago desde chiquito sabe que cuando vengo de un mal resultado, el ánimo es otro. Decía 'Uy , Papá tuvo un día malo, mejor no hablarle', ja. Antes me encerraba en el fútbol. Con la llegada de mi hijo lo fui cambiando. Antonela me ayudó muchísimo en ello. Tuve muchas derrotas en mi carrera, y fui aprendiendo a asimilarlo de otra manera. No estar encerrado tres días sin hablar con nadie".
También la explicación de su exigencia competitiva tiene que ver con la formación: "Es muy raro que yo salga conforme de un partido. Siempre me fijo lo peor que hice. Capaz hice tres goles y me comí uno, y me quedo con el que erré. Igual partidos malos tuve muchísimos". Y esa autoexigencia tiene una raíz muy marcada desde la infancia: "Mi viejo siempre fue muy crítico conmigo, como yo. Eso me hizo querer superarme cada día. Él se cuida de no pasarse con la presión a sus hijos. Capaz hacía un partidazo y me decía 'te comiste un gol', pero eso me hacía querer superarme más y más".
En cambio, con Celia, su mamá, la relación pasa por otros carriles: "Para mi vieja soy el mejor, nunca juego mal un partido. Siempre piensa que juego bien y que si algo sale mal no es mi culpa. es como todas las mamás", detalló Lionel Messi, intimo como muy pocas veces, en la previa a la gran cita de Qatar.