De la mano de Tévez, un grito que atraviesa el país: ¡Boca Campeón!
Boca dominó en el primer tiempo. Gimnasia mejoró en el segundo. Cuando empezaba a jugarse en defensa yendo en busca del gol del título, Tévez puso el 1-0. River no pasó del empate en Tucumán, y el milagro Xeneize fue posible.
(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Boca recibió a Gimnasia de La Plata con una sola misión: Ganar, y esperar.
A todo o nada, a suerte y verdad. Las cartas estaban echadas y el Xeneize llegó hasta la recta final del torneo con chances de salir campeón o llevar las cosas a un desempate. Todos los caminos, conducían a la obligatoriedad de ganar. O esperar que River perdiera en Tucumán.
El morbo se multiplicó con el retorno de Diego Maradona a la Bombonera como rival, esta vez representando como DT al Lobo. El "Diez" fue homenajeado, con más calor popular que protocolo y organización dirigencial,
El primer tiempo fue para Boca, con una leve supremacía en el trámite y con dos llegadas claras. Sobre todo, un cabezazo en anticipación de Soldano que obligó a Broun a hacer una tapada formidable.
El complemento fue más difícil para el local. Gimnasia empezó a contar con un aliado lógico: el reloj. Y con eso, el apuro de Boca. Justo cuando los locales se empezaban a descuidar en defensa, y el escenario se presentaba más propicio para una réplica de los platenses, Tévez decidió aparecer cuando solo lo hacen los cracks, los diferentes, los que están en los momentos más álgidos. Y le rompió el arco a Broun, para dejar a Boca saboreando las mieles de la conquista local.