El suburbio de Miami Gardens es lugar del Hard Rock Stadium, abierto al público desde 1987 para ser casa de los Dolphins de Miami, equipo de la NFL, y recibir a un público de hasta 75.540 espectadores. 

La excelencia en su arquitectura y en la gestión de logística de los grandes eventos ha hecho de este estadio la sede de seis ediciones del SuperBowl, la primera en 1989 y la última en 2020. Un reducto acostumbrado a las grandes citas, como lo será la final de la Copa América.

Es un recinto con largo historial porque, además de fútbol americano al más alto nivel y universitario, también fue sede de los Florida Marlins de la Major League Baseball, antes de su mudanza en 2011. Por si fuera poco, grandes conciertos han ocurrido en su cancha adaptada para los escenarios. Ahí se han presentado The Who, Guns N’ Roses, Pink Floyd y Paul McCartney. Asimismo, se volvió sede del Miami Open, torneo prestigioso de tenis, desde 2019, y este año recibió su primer Gran Premio de Fórmula 1.

Pero vale la pena resaltar que no se mantiene igual desde su apertura a finales de los años 80: el Hard Rock Stadium ha sido remodelado para adaptarse a las nuevas necesidades de accesibilidad y comodidad que marcan las tendencias internacionales.

Su última remodelación se llevó a cabo entre 2015 y 2016, con un costo de 355 millones de dólares, para volver a recibir un Super Bowl. Las principales modificaciones permitieron añadir zonas exclusivas para aficionados VIP, espacios para concesiones de restaurantes y, lo mejor, un techo que protege la continuidad de los eventos incluso con mal clima.

Entre la oferta para los espectadores más exclusivos, están las butacas tipo cine a ras de campo para no perder detalle de las jugadas. No solo eso, también cuentan con suites que se venden en paquete con comida y bebidas incluidas, que incluyen pases de estacionamiento, accesos rápidos, cocina equipada, pantallas planas, asientos tipo bar dentro dentro de la suite y asientos de mayor comodidad en la tribuna con la mejor vista al campo.

La máxima experiencia no se limita a estas suites, el Hard Rock Stadium también presume The Nine, un club privado para recibir a 20 invitados en un bar decorado al estilo de los años 30 como preámbulo de los partidos. Se suma el Club 72, área que presume ser la más lujosa de los recintos deportivos de Florida, y entrega alimentos y bebidas premium con servicio al asiento. Esta última es la mejor parte: asientos más anchos y más cómodos que cualquier otro en el estadio. Además de las facilidades de estacionamiento con valet parking y accesos exclusivos.

Estas son solo algunas de las comodidades, el recinto también ofrece palcos dentro de las tribunas con acceso a pantallas que muestran las repeticiones en alta definición. Uno de tantos motivos que explican su elección para el Mundial de 2026.