El fútbol chileno atraviesa un periodo de convulsión por diferentes cuestiones. Más allá de que la selección nacional tiene comprometidas sus chances de llegar a la próxima Copa del Mundo, sus clubes sumaron otra temporada más sin llegar a las instancias finales de los torneos internacionales de la CONMEBOL. Además, la ANFP decidió implementar recortes presupuestarios en el fútbol formativo y ahora los árbitros del campeonato doméstico de primera división iniciaron una medida de fuerza en reclamo de actualizaciones salariales y mejoras de condiciones laborales.

Las negociaciones que mantuvo el gremio de los árbitros, cuyo líder es Cristián Droguett, con Pablo Milad, presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional no llegaron a buen puerto. De esta manera, el fútbol trasandino en todas sus categorías corre riesgo de suspenderse por tiempo indefinido.

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“En dicho contexto, se llevaron a cabo diversas reuniones con el objeto de lograr un acuerdo satisfactorio para las partes, habiendo realizado la Asociación Nacional de Fútbol Profesional sus mayores esfuerzos considerando la situación financiera de la misma. Este proceso culminó en una última oferta por parte de la ANFP, que considera montos superiores a los contenidos en el contrato colectivo vigente y en aquellos conceptos que el Sindicato solicitó incrementar”, sostuvo la ANFP en un comunicado oficial, firmado por su gerente general, Pablo Silva.

De acuerdo a lo reportado por el periódico La Tercera, el sindicato arbitral chileno aseguró no haber recibido la oferta de la ANFP. Siempre según el mismo reporte, el rechazo a la propuesta de la entidad presidida por Pablo Milad fue categórico: el 95,38% le bajó el pulgar.

Para que el fútbol chileno se paralice, ninguna de las dos partes tendrá que solicitar mediación a la Dirección del Trabajo del país. En cambio, si cualquiera de los actores involucrados pide una intervención, las negociaciones por la actualización de la paritaria se extenderá hasta el 21 de octubre, sin que el paro entre en vigencia.