Universidad Católica ganó este jueves su cuarta Supercopa de Chile, la tercera consecutiva y la primera para su entrenador, el argentino Cristian Paolucci, al imponerse por 7-6 en definición por tiros penales en la final ante Ñublense que finalizó empatada 1-1 en el tiempo regular.

Este 27mo. título alcanzado por la Católica en las distintas competiciones locales en la historia le permitieron superar por una a su clásico rival, la Universidad de Chile.

Y para esta conquista también fue importante la participación de otro argentino como el delantero Fernando Zampedri, ex Rosario Central, que logró de tiro penal el empate para los "cruzados" a 10 minutos del final.

La apertura del marcador fue para Ñublense a los 30 minutos de esa segunda etapa por intermedio de otro argentino como el volante Federico Mateos, ex Colegiales y San Telmo, considerado como el mayor recuperador de balones del fútbol chileno.

Después, en la tanda de penales cada equipo falló sus primeros disparos, siempre con protagonismo argentino, porque el que fallo en la apertura fue el propio Mateos y posteriormente el de la Católica lo malogró el ex River, Diego Buonanote.

Pero en el disparo final, y luego que el arquero de la Católica, Sebastián Pérez le contuviera el remate a José Navarrete, fue Diego Valencia el autor del penal de la victoria que alivió a Buonanote e hizo emocionar al cordobés Paolucci, que nunca dirigió primera división en Argentina, que le dedicó el triunfo a su hijo "por tantos momentos de lejanía sufrida en los últimos tiempos".