A Vélez le falta ser más regular en la Copa LPF. Pero el 5-0 en Copa Argentina puede ser el puntapié inicial: Victoria lógica y necesaria ante Cipolletti. El gol de Díaz a pocos minutos del final del primer tiempo destrabó un partido que se había complicado. En el segundo fue todo del equipo de Pellegrino y plasmó la diferencia entre los planteles.

"Con el gol pudimos romper su esquema y nos liberó para que lleguen más goles. Aspiramos a ganar todo lo que jugamos y fue un buen primer paso", dijo Luca Orellano, la gran figura de la noche, con un gol y tres asistencias, mostrando su gran presente y que a este ritmo pareciera que le queda poco en el fútbol vernáculo.

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Además, se dio otra linda situación en el partido: el hijo del DT, Mateo Pellegrino, quiere hacer su propio camino: estuvo firme en el juego aéreo, dio soluciones al equipo jugando 'de 9' y definió muy bien en el segundo gol de Vélez, el único para él. Iba a jugar Sosa Sánchez, pero se lesionó y el canterano aprovechó.

En 129 minutos necesitó Mateo Pellegrino para convertir su primer gol con la camiseta de Vélez. Hasta hoy, en ninguno de los 9 partidos que había jugado en Primera había sumado más de 20' en cancha. En su primera chance de titular, no la desaprovechó.

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Por supuesto, papá Mauricio dejó por un segundo su rol de DT y pensó como padre, y al momento de ver que su hijo convertía su primer gol con la camiseta del Fortín, esbozó una gran sonrisa. Más adelante, cuando el jugador fue reemplazado dejándole su lugar a Santiago Castro, hubo abrazo entre ambos. De esas cosas lindas que tiene el fútbol...