Racing y su 2018: de la desilusión en Copa al repunte superliguero
La Academia apuntó a la Libertadores durante la segunda parte del año pero, entre el ida y vuelta por la mala inclusión de Bruno Zuculini, se encontró con un River demoledor en el Monumental. Reponerse le fue fácil: ganó contra Central en Superliga y no pudieron volver a bajarlo. Cierra el año como único líder, algo que mucho necesita Víctor Blanco para levantar su futuro político.
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Racing arrancó el 2018 con esperanzas muy renovadas. Pasado el mal trago del último ciclo de Diego Cocca al frente del primer equipo, llegó un nuevo mánager y, con él, un nuevo DT: Diego Milito-Eduardo Coudet es la sociedad sobre la que descansa la Academia desde el 17 de diciembre de 2017. Y sobre la cual, a su vez, reposan las esperanzas del futuro político de Víctor Blanco.
Los refuerzos de fuste del nuevo Racing
Con la llegada de Milito y Coudet a la institución, vinieron varios nombres juntos: Alejandro Donatti de Xolos de Tijuana, Leonardo Sigali de Dinamo Zagreb, Neri Cardozo de Rayados, Nery Domínguez de Independiente y Ricardo Centurión del Genoa. También llegó Gonzalo Piovi, de escasa continuidad en el equipo titular. Todos, a posteriori, serían vitales en el Racing que compitió por la Copa Libertadores, mucho más con la salida de Lautaro Martínez al Inter (por la que la Academia recibe cerca de 19 millones de dólares). Para completar un plantel repleto de grandes nombres, la entidad de Avellaneda volvió a activar a mitad de año: trajo al arquero Gabriel Arias, al lateral Eugenio Mena, Mauricio Martínez (que sufrió una lesión que lo mantiene alejado de las canchas), Marcelo Díaz, Guillermo Pol Fernández, Jonatan Cristaldo y Gustavo Bou a préstamo. De nada le sirvió en la vuelta ante River, contra el cual una sucesión de errores y desaciertos defensivos lo hicieron quedar eliminado. Afortunadamente para el club, los nombres y el equipo aparecieron con creces en el plano local.
Caso Zuculini: Cuneo Libarona, en las dos veredas
Resulta imposible negar que la Copa Libertadores ganada por River estuvo repleta de polémicas a partir del comienzo de las fases eliminatorias. Octavos con la Academia, cuartos con Independiente, semifinales con Gremio, Superfinal con Boca; en todas las llaves definitorias, se disparó algún tipo de controversia. Lo primero fue el caso Bruno Zuculini, quien resultó, por un fallido aviso de Conmebol, mal incluido en todos los partidos de la Copa, incluyendo, insólitamente, la ida ante su último equipo argentino, Racing. El reclamo se hizo fuera de tiempo y forma y fue ello, sumado a la aceptación del error por parte de la Confederación Sudamericana, lo que motivó que fuera desestimado. Pero no hay que olvidar la rosca que hubo detrás. Primero, cabe mencionar a Mariano Cuneo Libarona, miembro de la comisión directiva de Racing y estratega en el reclamo. Lo curioso es que, además de ayudar a la Academia, también es abogado de River en la causa que inició la gestión de Rodolfo D'Onofrio a Daniel Passarella por presunta administración fraudulenta. Dicen en Racing que fue quien aclaró que el club no podía reclamar ya que le den el partido de ida por ganado, sino que debían pedir la eliminación directa de River de la Copa. Por supuesto, las cosas finalmente no salieron a pedir de boca para Racing..
Repunte superliguero y cierre de año en lo más alto
Luego del tropiezo en Copa Libertadores, Racing se tonificó en la Superliga: con un Lisandro López que resurgió como emblema, la Academia consiguió imponerse con autoridad frente a la mayoría de sus rivales (sufrió más de la cuenta con Newell's y cayó ante San Martín en Tucumán) y cerró el año como super puntero. 36 puntos cosechados a lo largo de 15 partidos, con 11 victorias, 3 empates y solo una derrota. 26 goles a favor, siendo el segundo más goleador del certamen solo por debajo de Atlético Tucumán (27), y 8 en contra, escoltando a River (6) en la lista de las vallas menos vencidas. Gabriel Arias, Donatti-Sigali, Matías Zaracho, Jonatan Cristaldo y, por supuesto, Lisandro López, las claves de un equipo que fluye y juega de la misma forma en todas las canchas.
Triunfos: una necesidad de Víctor Blanco pensando en su futuro político
Todo va encaminado para que Racing se imponga en la Superliga Argentina. Y aunque aún restan varias fechas, campeonar es la gran ilusión de Víctor Blanco y la dirigencia. Ganar el campeonato significaría que las inversiones y enormes erogaciones realizadas en los mercados anteriores lograron verse, de una vez por todas, plasmadas en los resultados. En caso de obtener el título, la dirigencia ya habrá logrado algo histórico: conseguir dos trofeos en cinco años. De esa manera, lograría, por fin, lustrar y pulir un poco la desgastada imagen que viene teniendo tras la obtención del campeonato del 2014, luego del cual Racing no pudo imponerse nuevamente en ninguna competencia. ¿Se cortará en 2019?