Salió campeón en San Lorenzo y ahora su vida cambió por completo: es empresario
Supo ser una de las figuras de uno de los equipos más recordados del "Ciclón" que marcó una época en el club.
Tomar la decisión de retirarse para un jugador representa un momento lleno de desafíos, y pocos logran adaptarse con facilidad a ese cambio rotundo en sus vidas. Este fue el caso de Pablo Michelini, un reconocido ex jugador del fútbol argentino que supo destacarse en San Lorenzo, donde se coronó campeón. Sin embargo, su vida dio un giro importante después de dejar las canchas.
Pablo Michelini, oriundo de Sunchales, comenzó su carrera en Deportivo Español en 1992. Con solo 18 años, el entrenador Oscar Cavallero lo ubicó como mediocampista central, disputando todos los encuentros del torneo Clausura de ese año. Durante su paso por el club, acumuló 87 partidos y anotó 3 goles.
En 1994, gracias a la recomendación de Carlos Salvador Bilardo, Michelini llegó a Racing Club. En “La Academia”, a pesar de los altibajos institucionales, se destacó y consolidó su nombre en el fútbol argentino.
Su mayor logro llegó en 1999, cuando se unió a San Lorenzo de Almagro. Allí, bajo la conducción de Manuel Pellegrini, fue pieza clave para obtener el torneo Clausura 2001.
Ese mismo año, Michelini fue parte del equipo que consiguió la Copa Mercosur 2001, el primer título internacional del club. Sin embargo, una lesión en la rodilla afectó su rendimiento, y el 2 de julio de 2005, decidió retirarse del fútbol profesional tras un partido contra Racing.
La historia de Pablo Michelini: de San Lorenzo al mundo empresarial
Michelini, un mediocampista de carácter fuerte y gran resistencia, siempre tuvo en mente su futuro más allá del fútbol. A los 25 años, mientras jugaba para Racing, empezó a planificar su vida tras el retiro, invirtiendo en estaciones de servicio, lo que marcaría el inicio de su carrera como empresario.
Al llegar a San Lorenzo, se adentró aún más en el mundo de los negocios, lo que facilitó su transición al momento de colgar los botines a los 31 años. Hoy en día, Michelini disfruta de una vida estable y próspera, reconociendo que haber pensado en su futuro temprano fue una de las decisiones más inteligentes que pudo tomar.