Sin brillo pero con un Copetti letal, Racing le ganó a Lanús, es puntero y le mete presión a Boca
La 'Academia' no jugó bien ante el 'Granate', pero le alcanzó para ganarle 1 a 0 y convertirse en el nuevo líder del campeonato. El gol lo hizo Copetti a los 81 minutos.
En La Fortaleza, Racing le ganó 1 a 0 a Lanús en la continuidad de la fecha 26 del Torneo Liga 2022. EL gol del partido lo hizo Enzo Copetti a los 81 minutos. Con este resultado, los dirigidos por Fernando Gago son los nuevos punteros del campeonato y le meten presión al Boca de Hugo Ibarra.
Ahora los de Avellaneda, que aventajan por dos puntos a su escolta, Boca Juniors, deberán esperar lo que acontezca el próximo jueves desde las 15 en La Plata, cuando el "xeneize" juegue ante Gimnasia y Esgrima los 81 minutos pendientes del malogrado partido de la 23ra. fecha que estaba empatado sin goles.
Una igualdad en ese cotejo le dejará el camino abierto al título a Racing, algo que lograría si vence en la jornada final a River Plate como local, ya que aun venciendo a Independiente, en la Bombonera, los de la Ribera no podrían alcanzarlo.
A la inversa de lo esperado fue Lanús, último en la Tabla Anual y penúltimo en el campeonato, el que tomó la iniciativa desde el principio del encuentro, haciéndose fuerte en el medio y controlando la pelota ante un Racing, primero en ambas tablas, que tardó en acomodarse en el campo de juego.
Pero con el correr de los minutos la "Academia" trató de torcer el rumbo del partido a partir de un adelantamiento posicional que le permitió acercarse al área "granate", aunque allí se encontró con la firmeza de la defensa local.
El último cuarto de hora de esa etapa inicial se transformó entonces en un ida y vuelta sin control identificado, con imprecisiones repartidas por el apuro de ambos cada vez que pisaban tres cuartos de campo rival.
Por el lado de los locales el volante central colombiano Raúl Loaiza fue su jugador más claro, y a la postre el mejor de la cancha en ese primer período, ya que por el lado de Racing no apareció ningún futbolista gravitante en su accionar, ni a la hora de tener el balón ni tampoco cuando intentó ser más vertical y profundo.
Un párrafo aparte para ese primer tiempo merece lo acontecido a los 9 minutos, cuando ese número apareció en manos de la multitud de hinchas "granates" que se dio cita en el estadio de Lanús, pidiendo por la renovación del contrato de quien justamente portaba ese número, el delantero correntino José Sand, de 42 años, hoy el más veterano en actividad en primera división (se vence en diciembre próximo).
El segundo período transitó ya desde su comienzo por ese mismo camino por el que avanzó en el final del primero, con juego friccionado en la mitad de la cancha, siempre alejado de las áreas y sin tomar ventajas desde ninguno de los dos lados.
Y a medida que fue avanzando el tiempo la sensación de frustración seguramente se iba apoderando de los hinchas racinguistas, esos que a través de un banderazo fueron a despedir masivamente al plantel cuando partió desde la concentración del céntrico hotel Savoy rumbo a Lanús.
Es que así como el triunfo lo ponía en los umbrales del título, la igualdad dejaba a la "Academia" con escasas posibilidades "a priori", con los mismos puntos que Boca pero con tres por jugar contra seis de los "xeneizes".
Sin embargo Racing, que extrañó la generación de juego del lesionado Emiliano Vecchio y no tuvo espacios para la galopadas de Johan Carbonero, tiene un goleador que siempre aparece en los momentos clave, y hoy no fue la excepción: Enzo Copetti.
El platinado ex Atlético de Rafaela recibió abierto sobre la derecha un pase filtrado de Matías Rojas a los 35 minutos y desde un ángulo cerrado "inventó" el significativo gol de la victoria con un remate bajo, contra el primer palo del arquero uruguayo Guillermo De Amores, que se le filtró entre la pierna izquierda y el poste.
Después de eso Racing se afirmó defensivamente para desnudar la impotencia ofensiva de su adversario y restando cinco minutos Copetti empezó a renquear y tocarse el muslo derecho, pero Fernando Gago ya no tenía cambios por hacer.
Lo único que quedaba por delante era esperar el final, celebrar en un abrazo conjunto bien apretado, y ponerse a esperar por un sueño, ese que podría hacerse realidad el próximo domingo, con otros tres grandes como Boca, River e Independiente mediantes.