"En Uruguay las S.A. son una buena experiencia, lo que no fueron buenos son los gerenciamientos"
Wilmar Váldez habló con Doble Amarilla de la experiencia de las Sociedades Anónimas en el fútbol charrúa. Dijo que aportan un marco regulatorio fundamental para las inversiones en los clubes. Además, habló de los procesos de renovación de Tapia y Domínguez.
Además de hablar de la candidatura a organizar el mundial del Centenario, el presidente de la Federación Uruguaya de Fútbol, Wilmar Valdéz, dialogó con Doble Amarilla de la experiencia de las Sociedades Anónimas en el fútbol uruguayo. Haciendo la salvedad respecto a la absoluta polarización que se da del otro lado del charco (Nacional-Peñarol), destacó que la ley de S.A permite un control que no tienen los gerenciamientos. Además, el titular de la AUF habló del recambio que se vivió en su federación y del "Maestro" Tabarez. También opinó sobre los procesos de renovación que llevan adelante Alejandro Domínguez en CONMEBOL y Claudio "Chiqui" Tapia en AFA.
P: Le tocó vivir de cerca la renovación de Conmebol post FIFA Gate, ¿que opinión le merece la nueva etapa?
WV: Hay números que hemos manejado en la Conmebol que muestra a las claras lo que se hizo mal y lo que hay que hacer en el futuro: hoy tiene una facturación anual de u$s 200 millones, mientras que la UEFA tiene u$s 2.000 millones. Además, hay una gráfica precisa: entre el 30` y el 94`, tanto en los mundiales de fútbol como en los de clubes, había una supremacía de Conmebol por sobre la Uefa y de ahí en adelante esto se revirtió. Entónces esto expone que la última actuación no estaba en el camino correcto, en el del bien para el fútbol sudamericano y su desarrollo. Si bien es difícil salir de una crisis como la que planteo, también es una gran oportunidad y todas las federaciones entendimos hacia donde hay que ir y hacia ese lugar estamos encaminados.
P: Usted es cercano a Alejandro Dominguez ¿ Cómo evalúa lo que viene haciendo?
WV: - Yo creo que hay un gran cambio en la participación de todos los países a través del consejo ejecutivo en los temas importantes: la administración está en Asunción y el presidente lleva el día a día y es el que resuelve, pero sí es real que en aquellas cosas que son grandes y que tienen que ver con el futuro de la institución, Dominguez siempre pone los temas en la mesa y se permite la opinión, ademas de votar.
P: ¿Con eso sólo alcanza?
WV: Creo que se han dado grandes pasos, si bien falta mucho y hay errores y cosas por corregir. Primero, las investigaciones y auditorias que se han hecho, segundo la preocupación por la profesionalización y el proceso de licitación por los derechos de TV del 2019 para adelante y también esto de buscar nuevos formatos de las Copas. Son puntos de comienzo donde lógicamente habrá que ir acomodando muchas cosas porque no es fácil después de un período tan oscuro y de muchos años, de la noche a la mañana, reconvertir todo. Esto es a largo plazo, un trabajo sin prisa pero sin pausa y yo percibo un espíritu de construcción que antes no lo percibía.
P: Se habló de que Uruguay iba a necesitar recambio y le iba a costar, sin embargo sigue sacando buenos jugadores ¿cómo se hace siendo, quizás, uno de los países más pequeños?
WV: En el 2014 quedamos eliminados en octavos en manos de Colombia y se venía de estar entre los primeros cuatro del mundo, pasando un grupo muy difícil, con complicaciones pero pasándolo. Se generó una polémica en el país acerca de si Tabarez debía seguir o no, teniendo en cuenta que había referentes que quizás no continuaban y nosotros teníamos que pensar que hacíamos con respecto al DT. Con mis compañeros de consejo nos convencimos de que esto era todo un proceso que se venía haciendo ya desde 2006 que culmina con el cuarto puesto en Sudáfrica y la Copa América en Argentina en 2011. Era algo que estaba en funcionamiento y que tenía sus engranajes en óptimo estado, que no era sólo la mayor sino que a nivel formativo se habían logrados cosas importantes y que ya había jugadores que el cuerpo técnico quería integrar.
P: ¿Y qué pasó en ese momento?
WV: Entonces, en algo inédito para Uruguay y el mundo porque no existe un proceso de 12 años en una selección y alguien que haya dirigido tanto a una nación, definimos que siga. Esto es como aquel jugador que es medio picapedredro y que sabe que con la pelota no puede dar mucho pero que raspa, quita y entrega rápido, bueno eso tiene Uruguay, porque tiene talento pero también tiene un límite ineludible que es la población que posee. Son tres millones de personas y tiene que reponer jugadores dentro de ese límite, no podemos ir a China a buscar nacionalizar gente.Tenemos además la particularidad de ser el único país de Sudamerica que no crece demográficamente, sino que contrariamente tiende a decrecer, entonces nos obliga a pensar que no tenemos para cambiar permanentemente. Hay que arreglarse con lo que tenemos. Y por eso, la estabilidad para nosotros es muy importante y si me toca estar el año que viene post Mundial de Rusia, con el primero que sin duda me sentaría a hablar de un nuevo contrato es con el maestro Tabarez.
P: - Y si Tabrez le plantea un desgaste, ¿en escena aparece Diego Aguirre?
WV: - Entiendo la ansiedad del periodismo porque es la ansiedad de la gente, pero yo nunca me adelanto a los acontecimientos. Hoy hay un contrato y un DT trabajando al cual lo veo bien, porque se recuperó de salud y de mente está intacto. Ademas, tiene la confianza de los referentes y los jugadores para dirigir la selección nacional y eso termina siendo clave. Las decisiones importantes no hay que apurarlas, porque ahí tienes más riesgo de cometer errores y creo que este no es el momento de pensar en eso, si mañana el entrenador piensa distinto, veremos que pasa. En 2014 llegamos de Brasil, nos sentamos con Tabarez y vi que el realmente tenía muchas ganas de seguir, que estaba intacto en sus ganas de trabajar y eso era fundamental.
P: Aunque Uruguay no se clasifique a Rusia, si usted es reelecto ¿se sentaría igual con Tabarez?
WV: Los mandatos terminan al mismo tiempo y habrá que ver donde estamos los dos, pero si me toca de nuevo o si me preguntas como hombre del fútbol, no tengo dudas que es con el primero que me siento.
P: ¿Entra Tabarez después de estos 12 años entre los tres o cuatro mas importantes del fútbol uruguayo?
WV: Sin dudas, porque el fútbol uruguayo tuvo una época dorada en el comienzo del siglo XX, donde estamos ya muy lejanos en el tiempo pero está claro que los tipos fueron unos monstruos siendo un país muy pequeño. Para mi ahí se forjan los verdaderos genes ganadores de Uruguay y a lo largo del proceso, esa rica historia que después no alcanzamos por mucho tiempo pero que estaba ahí, después del mundial de Sudáfrica se trasnformó de negativa en positiva, y las nuevas generaciones pudieron vivirlo.La mía desde niño fue frustrada en cuanto a lo futbolístico hasta ese momento, desde la Copa América 2011, entonces tomando esto como referencia sin dudas entra entre los tres o cuatro hombres más importantes.
P: - Este año se anunció que el Manchester City desembarca en Uruguay ¿cómo viven acá el ingreso de capitales privados en los clubes?
WV: Desde hace unos cuantos años acá hay una ley que permite las sociedades anónimas deportivas y la Asociación también lo hace, por lo tanto hay más de un equipo donde hoy la parte deportiva la maneja una de ellas: el caso de Plaza Colonia, el caso de Sudamérica, el caso de Deportivo Maldonado en la segunda división y ahora con este proyecto ambicioso del City detrás del club Torque.El fútbol uruguayo es especial por el contexto, que es muy importante de acuerdo a los países, porque tiene dos equipos grandes que se llevan la mitad del país para cada uno, entonces es muy polarizado y los equipos menores o pequeños tienen un gran lucha, a pesar de que muchos son entidades centenarias.
P: - ¿Cómo son las experiencias en el país con las S.A.?
WV: En Uruguay las S.A. son una buena experiencia, la que no fueron buenos son los gerenciamientos, porque no hay control. Un día viene alguien y pone plata sin un contrato, lo que es lo mismo para nosotros como asociación porque el responsable sigue siendo el club. Por eso la figura de sociedad anónima es distinta, porque hay un marco legal y una responsabilidad de los directores, aportes a la seguridad social, a la hacienda y la DGI como la llamamos nosotros. Uruguay necesita de esos capitales, siempre y cuando se den en este marco que da una determinada seguridad y que le permite a los equipos desarrollarse, porque normalmente se hacen acuerdos donde a los equipos le queda una pequeña participación y mantiene una identidad social, por lo que no desaparece.
P: ¿La función social en estos casos siguió siendo como era antes?
WV: Depende la característica de cada club y no todos optan por esto. Es una decisión de cada club, de su historia y su arraigo pero lo importante es que nunca va a dejar de cumplirse porque nosotros en nuestra normativa tenemos una obligatoriedad de tener una cierta cantidad de categorías formativas, manteniendo a los niños con la ilusión de jugar pero también conteniéndolos en otros aspectos.
P: ¿Cómo vió el proceso de FIFA en Argentina y cómo ve el nuevo periodo de Tapia?
WV: No estuve dentro del proceso, por más que tengo datos pero creo que fue importante para ayudar a normalizar la situación, porque hubiese sido muy difícil ponerse de acuerdo. Se que para las federaciones es antipático que venga la FIFA pero a veces las situaciones llegan a tal punto que necesitan de eso, dentro del marco legal, para permitir ayudar a encausar una situación de crisis. Lo positivo fue que Argentina logró eso y lo superó, hoy tiene autoridades electas y recorre otro camino, además uno espera que esté este sólida y fuerte porque es importante para el fútbol sudamericano.