El cura misionero que trasladó su pasión por Racing a Mozambique y que recibe la colaboración de la Fundación Messi
El Padre Juan Gabriel Arias es "enfermo" por la Academia y se fue a vivir a África para ayudar a los más necesitados. Allí encontró una "vida más tranquila" y recibió una ayuda muy especial: la de la Fundación Leo Messi.
El Padre Juan Gabriel Arias es "enfermo" por la Academia y se fue a vivir a África para ayudar a los más necesitados. En exclusiva con Doble Amarilla cuenta como encontró, en Mozambique, una "vida más tranquila" y que recibió una ayuda muy especial: la de la Fundación Leo Messi.
- DOBLE AMARILLA: ¿Cómo es la vida allá?
- JUAN GABRIEL ARIAS: Mi vida acá es tranquila, es vida de campo. Vivo en una zona rural. No tengo los servicios básicos. Recién ahora está llegando la energía de red. En toda la misión, que son 45 comunidades, son todas en zonas rurales y no tienen los servicios básicos. Es otra calidad de vida, estoy bien acá. Es una linda vida y haciendo lo que me gusta que es ser cura y ayudar a los demás. Me siento muy útil acá, me divierto y juego al fútbol.
- DA: ¿Cómo es un día habitual?
- JGA: Me es muy difícil hablar de un día habitual porque aquí todos los días pasan cosas, es muy variado todo. Me levanto temprano y a veces tengo que viajar a distintas comunidades. No duermo mucho, ja. Muchas veces tengo trabajos de misas de difuntos, de entierros. Además de las tareas del hogar y organizar proyectos sociales, como darle el desayuno a 15 mil chicos gracias a la Fundación Leo Messi.
- DA: Sos fanático de la Academia… ¿Cómo seguis al equipo desde allá?
- JGA: No soy fanático de la Academia... Soy enfermo de la cabeza de Racing. Es una parte importante de mi vida. Por eso tengo un tatuaje en mi brazo que representa mis dos pasiones: un Sagrado Corazón de Jesús que en el corazón tiene el escudo de Racing, con los colores celeste y blanco. Se lo copié al "Chiche" Arano, pero el mío es más grande, ja. Racing es muy importante en mi vida. Lo sigo cuando puedo por internet, se me complica mucho por el cambio de horario. Me parte al medio. A veces lo veo en diferido. Las noticias las sigo por internet, Twitter es una fuente importante para mi.
- DA: ¿Lograste que los oriundos de Mozambique se hagan hinchas?
- JGA: Acá todos los que están conmigo en la misión, son todos fanáticos de Racing. No hay una tradición futbolística fuerte. Es muy fácil que sean hinchas de clubes extranjeros, como del Benfica, Porto, Real Madrid o Barcelona. Acá lo que llega de televisión es el fútbol europeo. Acá no hay nada de fútbol latinoamericano. Pero cuando ven la camiseta de Racing... se enganchan a full. Los últimos resultados y campeonatos ayudaron a fanatizar más a la gente de acá.
- DA: ¿Fundaste un equipo?
- JGA: Si, lo fundamos con un amigo, y le pusimos de nombre Racing Club de Mozambique que está en la Segunda División. Tenemos relación con Racing, la ropa la donan ellos. La idea es poder mandar jugadores para Avellaneda. De hecho, iban a ir los dos primeros el año pasado, pero no pudieron por el COVID.
- DA: ¿Tienen un convenio con la Fundación Messi?
- JGA: Si, tenemos un convenio con la Fundación Messi por el cual le damos desayuno a 15.000 chicos en Mozambique. Hace 5 años que está vigente. Son unos fenómenos. Se preocupan mucho para que no falte la plata para ese proyecto. La verdad que lo hacen muy bien. Ya me dijeron que seguirán el próximo año.
- DA: ¿Cuánto le sirvió a los chicos?
Estamos felices, se da el desayuno en 40 escuelas y 3 orfanatos. La verdad que le cambió la vida a los chicos. Por un lado, desde la salud. Por otro, ayudó muchísimo en la educación, porque no quieren perderse el desayuno en el colegio. Nunca habían desayunado en su vida. Acá se come una vez por día cuando la madre cocina. Y después no más. Ahora incorporaron el concepto de desayuno y eso me pone feliz. Tienen vitaminas, minerales. A la tarde también le damos fruta y eso le cambió la nutrición. No hay deserción escolar tampoco, aumentó la matrícula. Con eso alentamos la educación. El gobierno está chocho con todo ésto. La Fundación Messi lo mantiene en silencio.