Castaño enfrenta a Charlo en una pelea histórica para el box argentino: previa picante
El matancero campeón superwelter OMB se medirá en Las Vegas frente al monarca AMB, CMB y FIB de la categoría. En el pesaje, hubo dichos, cruces y todo casi se va a las manos en un auténtico show.
El argentino Brian Castaño, campeón superwelter OMB, enfrentará mañana en pelea unificatoria al estadounidense Jermell Charlo, monarca AMB, CMB y FIB de la categoría, en una pelea que lo puede consagrar como el primer pugilista latinoamericano en ostentar las cuatro coronas en la misma división.
El combate se realizará en el AT&T Center en San Antonio, Texas, el mismo escenario en el que Emanuel Ginóbili se alzó con los Spurs con cuatro anillos de la NBA. Será televisada por ESPN.
La topada de mañana en la ciudad que se hizo famosa por la batalla de El Álamo entre Estados Unidos y México es la más importante para el boxeo argentino de los últimos años, a la misma altura de los dos combates de Marcos "El Chino" Maidana en 2014 con esa mega estrella que fue y es Floyd Mayweather.
Y es la más importante en muchos años porque Castaño podría lograr las cuatro coronas, algo que todavía no consiguió el Canelo Álvarez, el boxeador top del momento, y también por la jerarquía de su rival.
Castaño se preparó largamente para esta pelea y comenzó una concentración en Los Ángeles a fines de abril, dos días después de su casamiento. Es una de las peleas que buscó por años y que incluso llegó a soñar de pequeño.
El pugilista nacido en Isidro Casanova hace 31 años, simpatizante de Almirante Brown, con 189 peleas de amateur (solo 5 derrotas y 5 empates) y un récord profesional de 17 victorias (12 KO) en otras tantas peleas, llega a este combate en magníficas condiciones físicas y mentales. Tiene claro quién es el rival y cuáles son sus chances.
El "va a ser una guerra, no los voy a defraudar" que dejó ayer como título en la conferencia de prensa da pistas de que no lo intimida la envergadura del combate y de que confía en sus chances de victoria.
Hoy, en el pesaje, los boxeadores se miraron fijamente y en un momento casi se termina yendo todo a las manos. Es más, gran parte del show lo protagonizaron sus equipos de box, preparados para una contienda que promete y mucho.