San Lorenzo se consagró tetracampeón de la Liga Nacional de Básquet
En el Roberto Pando, el "Ciclón" logró una gesta histórica: es el primer equipo en ganar 4 veces seguidas la Liga. Lo del azulgrana ya es una dinastía. Presenciando la victoria estuvo un fanático del básquet que esta temporada será muy importante para el club: Juan Antonio Pizzi.
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) San Lorenzo hizo historia en la Liga Nacional de Básquet. El "Ciclón" que ascendió nuevamente en 2015, es el primer Tetracampeón de la historia. Lo que ya es una Dinastía, como en la NBA, sigue agigantando su gloria y loor. El "Ciclón" se convirtió en el tercer equipo con más títulos de Liga, detrás de Peñarol (5) y Atenas (9). Pero que nadie dude que va camino a desbancarlos.
El "Ciclón" venció en el séptimo juego a un duro Instituto y así ganó la novena de las diez finales a las que llegó desde que volvió a la máxima, una cuestión que se puso sobre los hombros Marcelo Tinelli cuando en 2012 decidió emprender el camino para el regreso y terminó comprando plazas en el TNA y La Liga.
El "Ciclón" se impuso 79-71 en un Polideportivo Roberto Pando a explotar. El poli, además, es el primer pie que el club puso en Boedo, ya que lo construyó ahí, dónde tiene la idea de emplazar su estadio dentro de unos años.
En estos cuatro años, San Lorenzo ganó cuatro Ligas Nacionales, dos Ligas de las Américas, dos Supercopas de la Liga y un Super 4. Quimsa de Santiago del Estero es el único equipo que lo pudo derrotar en la final del Súper 20 2018. Además, el Ciclón ya empezó a pasear su prestigio afuera, en 2017 derrotó a un equipo NBA, Toronto Raptors (hoy los campeones de la Liga de Estados Unidos) y también a Barcelona y Real Madrid, dos de los equipos más tradicionales y poderosos del mundo, en España.
Entre los 2500 asistentes al Roberto Pando estuvo Juan Antonio Pizzi, el DT de la Primera División del club, es fanático del basquet y fue adoptado como "cábala" ya que había estado presente en los juegos anteriores ante los cordobeses. Pizzi buscará emular el éxito conseguido con la pelota naranja con la número cinco.