Un día como hoy, pero de 2004, Liones Messi se estrenaba como jugador del Barcelona. Lo hacía ante el Espanyol. El holandés Frank Rijkaard fue quién decidió el cambio para dar a luz a lo que sería tiempo después el mejor jugador del mundo.

Era el minuto 82 de aquel partido entre el Espanyol y el Barcelona, correspondiente a la jornada séptima de la liga 2004/05. El equipo culé ganaba el derbi a domicilio por la mínima (0-1) y Rijkaard decidió cambiar a Deco. Un jovencísimo Leo Messi, con un dorsal tan atípico como el 30 en la espalda, entraba al césped y se disponía a poner la primera piedra de su leyenda como culé.