De querer jugar en Boca y escribir cuentos de fútbol a presidente del Banco Central

(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) “Bostero y economista”, así se define Guido Sandleris, flamante presidente del Banco Central en reemplazo de Luis “Toto” Caputo un autoproclamado “enfermo hincha de River”. Sandleris llega a la silla de la autoridad monetaria en un momento clave de negociación con el FMI y en épocas de magadevaluación.

Sandleris es un economista especializado en economía internacional, finanzas y macroeconomía.  Es profesor e investigador en la Universidad Torcuato Di Tella. Estudió economía en la Universidad de Buenos Aires, en la London School of Economics y en Columbia University, en Nueva York, donde vivió varios años. Entre sus publicaciones y estudios hay investigaciones respecto a los costos de los defaults soberanos y los efectos de las crisis económicas en las empresas. 

Políticamente, el nuevo presidente del BCRA viene del equipo económico del ministro Nicolás Dujovne y con buen vínculo con Marcos Peña. Desde hace unos meses era el secretario de Política Económica del Ministerio de Hacienda, cargo que lo ponía como virtual número dos del ministerio de Economía.

Lo que pocos conocen de este economista es que su pasión por el fútbol es casi en espejo como su pasión por las matemáticas. "El fútbol es, en muchos casos, casi como una maqueta de algunos aspectos de la vida: nos resume en un ratito muchas cosas que suceden. El rol del azar, la importancia de la cooperación, la refutación de creencias. Y la velocidad y nitidez con que esas cosas suceden en el fútbol, y en el deporte en general, es interesante", explica Sandleris en entrevistas y sus publicaciones.

Fanático de Boca, también es autor de una colección de cuentos futboleros escritos junto a Fernando Sánchez. “Por la camiseta”, “Por los puntos”, “Hay equipo”, son algunos de los nombres de sus libros. En los escritos se resalta el espíritu de equipo y justamente se hacen paralelismos entre el fútbol y la misma vida.

Sandleris, dicen sus cercanos, no sólo es un fanático de Boca sino que uno de sus sueños era poder jugar en el equipo xeneize. “Ama la economía, es un estudioso, pero su sueño era poder ser 5 de Boca”, cuenta un amigo de años. En sus redes, cada tanto, deja el formalismo y le sale el "bostero" de adentro como por ejemplo cuando el equipo de Guillermo consiguió el bicampeonato.

Su fanatismo no fue desmedido y también pudo verse en sus redes como en 2015 durante el partido de Copa Libertadores entre Boca y River por la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores se quejó del grupo de la hinchada xeneize que tiró gas pimienta y obligó a que se suspendiera el Superclásico.

Caputo, enfermo de River

Al saliente presidente del BCRA y al nuevo, claramente lo separaban no sólo su idea sobre el uso de reservas monetarias, sino también los colores futboleros. Caputo es socio y fanático de River. Además, es un gallardista ortodoxo. En algún momento hasta llegó a usar a “Napoleón" como ejemplo de política económica argentina.

Durante una conferencia en el hotel Four Season Caputo en 2017 le corrió el telón a su fanatismo riverplatense. Ese día contó ante un salón repleto que el día anterior había ido, junto a sus seis hijos, al Monumental a ver el histórico triunfo de River por 8-0 ante Jorge Wilsterman. El Entonces secretario de Finanzas comparó ese encuentro con la gestión económica del Gobierno: “Antes del partido había confianza en que se daba vuelta el 3 a 0 del partido de ida, una confianza que el técnico Marcelo Gallardo transmitió. En el país pasa lo mismo: empezamos con una confianza que, después de 20 meses, hace que ahora me sienta mucho más cómodo porque hay mucho fundamento atrás", disparó.