La salida de Tevez, otra representación del macrismo que se aleja de Boca
Es sabida la relación cercana que tiene el Apache con el ex presidente de la Nación. Una persona a la que consideró un “padre” en sus inicios y con la que ahora hasta comparte negocios que investiga la Justicia por “defraudación”, “negociaciones incompatibles con la función pública” y “tráfico de influencias”. Un vínculo del que siempre renegó el actual oficialismo xeneize, a pesar de sus intenciones públicas de camuflarlo.
“Yo, la verdad que... Mauricio, confío plenamente en él. Tengo plena fe de que es el hombre que puede cambiar a la Argentina”, decía Carlos Tevez en agosto de 2017 desde China sobre Macri, en aquel entonces presidente de la Nación. Una relación de cariño y negocios que sigue vigente hasta estos días.
La salida del Apache de Boca, además de generar un quiebre en el plantel de cara a los próximos compromisos como la Copa Libertadores, también marca un alejamiento de otra representación macrista en la estructura xeneize. El vínculo del oriundo de Fuerte Apache con el entorno del ex jefe de Estado argentino es algo que el oficialismo boquense nunca terminó de digerir. Incluso este síntoma se extiende a una buena cantidad de hinchas que tampoco vieron con buenos ojos esta unión.
La relación de Macri con Tevez data desde 2001, cuando en aquel entonces el esposo de Juliana Awada era el presidente de la institución de Brandsen. Épocas gloriosas para el club, que venía de ganar dos Copa Libertadores y se destacaba un tal Juan Román Riquelme. También fue el mismo año en el que el ‘Torero’ hizo el festejo del “Topo Gigio” frente al palco de Macri, en señal de rebeldía. Al igual que en las recurrentes peleas de Riquelme como futbolista, todo era una cuestión de dinero.
Para el “Apache”, el ex jefe de Estado fue un pilar importante en su vida. Ya de chico le “aconsejaba” qué hacer con el dinero y de qué forma invertirlo para seguir generando ingresos. “Él siempre me ayudó con el tema de la plata, de invertir. 'No inviertas con los amigos', siempre me daba esos consejos”, le dijo Tevez a Alejandro Fantino en una entrevista.
Casualmente lo de “invertir con los amigos” no terminó siendo del todo respetado. Macri y Tevez hicieron y todavía hacen negocios juntos. Uno de ellos es el de los Parques Eólicos, hoy con una causa en la Justicia que está en manos del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi y que investiga si en eso negociado hubo por “defraudación”, “negociaciones incompatibles con la función pública” y “tráfico de influencias”. El futbolista fue socio de la conocida empresa Sideco y tuvo el 10 % de las acciones de Sideli SA, una de las compañías creadas por la familia Macri para la incursión en el mundo de las energías renovables.
Es un Tevez que seduce en el mundo empresario que rodea a Mauricio Macri. Es el mismo que nació sin zapatillas en el barrio y ahora presenta medidas cautelares en la Justicia para no pagar el Aporte Solidadario a las Grandes Fortunas que fue sancionado en el Congreso con aprobación de ambas cámaras.
Con quien también tiene una muy buena relación es con Daniel Angelici, con el que también se cree que tiene sociedades. Es el 'Tano' quien fue a buscarlo a Italia cuando venía de jugar con Juventus una final de UEFA Champions League frente al Barcelona de Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar. Una jugada política del ex oficialismo que necesitaba encontrar en Tevez lo que no hallaba en el terreno del juego: resultados para mantener el poder. El Xeneize ya venía sufriendo varias eliminaciones directas frente a River, entre ellas Copa Sudamericana y Libertadores (ambas ganadas por el Millonario). La vuelta del oriundo de Fuerte Apache a sus orígenes boquenses y con una Bombonera llena produjo una amnesia en el hincha xeneize que terminó votando nuevamente a Angelici con los ojos cerrados.
El Apache ganó campeonatos locales, pero no tuvo actuaciones descollantes de las que se esperaba de un ex ídolo que volvía con mayor experiencia y con sabiduría tras chocar durante más de 10 años con los mejores defensores del mundo. Es más, el mejor ciclo futbolístico de Tevez en Boca post vuelta se dio casualmente con la presencia de Jorge Amor Ameal y Riquelme. “No vamos a ir al mercado, nuestro 9 está acá y es Tevez”, repitió hasta el hartazgo el actual presidente de la institución de la Ribera.
Sin embargo, los resultados deportivos no podían camuflar la interna política que generaba la presencia de ‘Carlitos’ en el club. Cada renovación de contrato fue una polémica y mereció aclaraciones públicas de ambas partes. El último episodio que evidenció la interna fue cuando en las últimas vacaciones, el ahora ex 9 de Boca posaba en una foto informal con el principal operador de Mauricio Macri en la Justicia.
Después de esa foto, el clima se encendió todavía más cuando el ex atacante le concedía una entrevista al periodista Gastón Recondo para echar más leña al fuego. Un reportaje que crispó los nervios del Consejo de Fútbol y que los obligó a tomar una estrategia para encarar el asunto de manera pública.
“Son personas libres. No están pesos y no son delincuentes, al menos socialmente. Se pueden ver y se pueden tomar un café. Nosotros no podemos atacar a Tevez porque se junte con Macri, Angelici o los dos juntos. Hay que ser inteligentes y transparentes. Nosotros seguimos en lo de nosotros, papa; él que siga haciendo sus cosas, pero deja en claro cuáles son sus intenciones”, decía un audio de Jorge ‘Patrón’ Bermúdez que se terminó filtrando a la prensa.
Riquelme y Tevez en este último tiempo nunca dejaron los egos de lado por el bien de Boca. En lo que va de la gestión, jamás apareció una foto de los dos juntos ni la posibilidad de entablar un diálogo público. El último recuerdo entre ambos quedará con el último abrazo y la breve recorrida que tuvieron por los pasillos de la Bombonera. Fue una relación tóxica en la que ambos se necesitaron y utilizaron hasta que la relación no dio para más. Ambos con un objetivo en común: ganar la Copa Libertadores que viene siendo esquiva desde 2007. Esta vez fue el preferido de Mauricio Macri el que dijo basta. Con esta salida sorpresiva, y a poco de jugarse la Copa Libertadores, Boca enfrenta una necesaria reestructuración y tiene a su merced la capitanía del club. Mientras tanto, del otro lado de la grieta ya están pensando si Carlitos dará el salto a la política. En la oposición tienen en claro que para competir con Riquelme una gran bandera es el salto del Apache a la política interna del club. “Siempre será bienvenido”, declaró un dirigente Angelicista cuando ni siquiera había oficializado su salida.