Los ingresos al Hard Rock Stadium de Miami presenciaron el caos, en la previa a la final de la Copa América Estados Unidos 2024 entre la Selección Argentina y Colombia. Las puertas se abrieron apenas pasadas las 18.30 horas de nuestro país y la locura no tardó en aparecer.

Producto de los distintos incidentes entre los hinchas y la Policía de Miami, la seguridad dispuso el cierre de las puertas del estadio hasta la llegada de refuerzos y obligó a la organización a reprogramar el horario del comienzo del encuentro, que comenzó una horas y veintidos minutos después de lo estipulado. 

Lo cierto es que, tal como adelantó Doble Amarilla, la CONMEBOL intimó tanto el sábado como el domingo, por escrito, a sus pares de la CONCACAF y a las autoridades de Seguridad de Miami para que refuercen los controles por temor a que sucedan este tipo de acontecimientos. Tanto las autoridades gubernamentales como los miembros de la Confederación norteamericana sostuvieron que los controles eran “suficientes”. 

Este lunes, diversas fuentes conocedoras del contrato entre la Confederación Sudamericana de Fútbol y las autoridades del HardRock Stadium, contaron detalles sobre el vínculo entre las partes. 

Falencias que pudieron generar una desgracia

El acuerdo fue “llave en mano” y la CONMEBOL le presentó a los responsables del escenario un plan de seguridad en el que además compartió todas las prácticas y recomendaciones internacionales realizadas por FIFA para evitar estos acontecimientos. El contrato dice expresamente que el Estadio es responsable de la seguridad del evento y si bien CONMEBOL es la organizadora de la competencia no tiene injerencia en las disposiciones y el accionar de la Policía local ni tampoco del Estadio que es propiedad privada.

En el apartado que habla de las operaciones del evento, venta de entradas y acreditación, el contrato sostiene que “el personal estadio SFS será responsable de entrenar y contratar a todo el personal necesario, a tiempo parcial o por contrato, del Estadio”. Además, indica que el mismo “será entrenado y tendrá todas las habilidades, experiencia y competencia necesaria para realizar los servicios correspondientes durante el período de licencia incluidos entre otros los siguientes”:

  • Vendedores y tomadores de ticket 
  • Personal de seguridad 
  • Policía, bomberos y personal médico.

También el vínculo establece que días antes de la fecha del evento “se reúne el Oficial de Seguridad de Concacaf para que que le presenten el plan de operaciones de SFS, el plan de seguridad y la estimación del staff del evento para el estadio (incluidas las personas responsables para hablar con el personal de licenciatario) así como para discutir y adoptar las directrices y procedimientos actuales de Concacaf en ese momento relacionados con el saneamiento y la prevención de enfermedades transmisibles”. 

También las autoridades del Hard Rock Stadium "se asegurarán de que el personal del estadio proporcione servicios de acuerdo con las prácticas estándar de SFS para los partidos internacionales de fútbol con asistencia comparable. Todo el personal obtenido por SFS (como parte de la responsabilidades del recinto) se considerarán empleados o contratistas según corresponda de SFS y no de Concacaf", según describe el documento.

También los contratados por el estadio debían controlar “las mesas, sillas, tuberías y cortinas, carritos, carritos de golf, plataformas, barricadas de acero y postes”. "SFS Mil hará todo lo posible para garantizar que el estadio funcione a niveles al menos acordes con los estándares de seguridad y protección que se proporcionan habitualmente para los partidos y eventos de fútbol americano (NFL) en el estadio con una asistencia comparable ("Directrices y reglamentos relevantes de seguridad y curiosidad")", destaca el vínculo firmado.

El apartado denominado “planificación de operaciones y seguridad” establece que “el plan de operaciones y seguridad del Licenciante se desarrollará de acuerdo con las Directrices y Reglamentos de Seguridad pertinentes y, como mínimo, incluirá: planes de contingencia del estadio escritos y probados; procedimientos de emergencia y planes de incidentes importantes que se hayan acordado con las autoridades locales pertinentes”. 

En este punto es importante remarcar que el ítem “Nivel de policía y apoyo de otras agencias locales” el contrato fijaba el “alcance de las responsabilidades y nivel de autoridad otorgado a los administradores; procedimiento para acomodar a todos los espectadores, incluidos los con discapacidades, los ancianos, las familias y los partidarios de los equipos competidores. Las operaciones y el plan de seguridad del licenciante se basarán en una evaluación de riesgos desarrollada para tener en cuenta cualquier instrucción hecha por el licenciatario Y de lo contrario con la aportación requerida de las autoridades locales y nacionales pertinentes y los servicios de emergencia Y de lo contrario tener en cuenta los factores descritos en las Directrices y Reglamentos de Seguridad pertinentes”, cerraba el contrato “llave en mano” firmado por los administradores del Estadio.

A la luz de lo sucedido, se puede saber que ni el condado de La Florida ni las autoridades del Estadio tuvieron en cuenta las recomendaciones realizadas. 

AFA al rescate de los futbolistas

Los familiares y allegados de los futbolistas de la Selección Argentina la pasaron realmente mal en la previa de la final ante Colombia y tuvieron que ser rescatados por personal de la Asociación del Fútbol Argentino. 

Las familias Montiel, Mac Allister y Fernández recurrieron a los auxiliares de la delegación albiceleste encabezada por el dirigente Luciano Nakis y el presidente Claudio Tapia para poder sortear al personal de seguridad y de la Policía de Miami que mantuvo los accesos al estadio cerrado durante más de una hora.

Tras el rescate, Silvina, la madre de Alexis comentó: “Fue inhumano lo que pasó”.