Pese al clima de tensión en Brasil por el ataque al Gobierno, la Supercopa mantiene la sede
El partido entre Flamengo y Palmeiras finalmente se disputará en Brasilia, tal como estaba estipulado. La Confederación Brasileña le consultó al Estado sobre las condiciones de seguridad tras las manifestaciones armadas que se registraron el fin de semana pasado.
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) anunció que la Supercopa, que enfrentará al Flamengo y al Palmeiras, se disputará en Brasilia el próximo 29 de enero, a pesar de los graves disturbios ocurridos el pasado domingo.
El partido de la Supercopa se jugará en el estadio Mané Garrincha y enfrentará al Palmeiras, campeón de liga, y al Flamengo, campeón de la Copa de Brasil, que además es el ganador de la última edición de la Copa Libertadores.
La decisión se tomó después de que la CBF consultara al Gobierno brasileño sobre las condiciones de seguridad en la capital del país, que fue escenario de un ataque perpetrado por miles de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro contra la sede de los tres poderes.
El secretario ejecutivo del Ministerio de Justicia, Ricardo Cappelli, quien está a cargo de los órganos de seguridad pública de Brasilia, afirmó que "hay plenas condiciones de seguridad" para celebrar el partido.
El permiso fue concedido a pesar de que el Gobierno desplegó un gran dispositivo de seguridad este mismo miércoles, ante la amenaza de nuevas manifestaciones de radicales de extrema derecha.
El pasado domingo, los bolsonaristas causaron cuantiosos destrozos en el palacio presidencial de Planalto, en el Congreso Nacional y en el Tribunal Supremo, para tratar de derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió el cargo el pasado lunes.