El conflicto arbitral en Chile caló hondo: luego una denuncia por presunta presión a un árbitro en un partido de fútbol, el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Pablo Milad, despidió a Javier Castilli y a los funcionarios de la Comisión de Árbitros. Son horas clave para definir a su reemplazante y al nuevo equipo que tendrá una misión central: destrabar el conflicto que actualmente hay con el gremio de los árbitros, que decidieron ir al paro por una serie de protestas laborales.

Chile está atravesando uno de sus momentos más críticos en materia futbolística e institucional. En sus espaldas pesa la reciente eliminación de las Eliminatorias y su consecuente no participación en el Mundial de Qatar 2022. A eso se le suman internas en la Asociación y sospechas por algunos comportamientos deportivos.

El último caso se dio en un partido entre Huachipato y Copiapó, donde el árbitro del partido fue Francisco Gilabert. El juez fue señalado por cobrar un muy dudoso penal, a tal punto que se había iniciado una investigación interna. Sin embargo, el árbitro rompió el silencio y reveló que sintió haber recibido "presiones" desde Santiago para cobrarlo.

Luego de este escándalo, el directorio de la sede de Quilín se reunió con Castrilli, donde le comunicaron su remoción del cargo como presidente de la Comisión de Árbitros. Esta determinación no está vinculada con los reclamos del sindicato de árbitros, quienes también pedían su destitución por las malas condiciones laborales. Junto a él, fueron despedidos Osvaldo Talamilla y Braulio Arenas, quienes eran los elegidos por el Sindicato para negociar el acuerdo con los jueces. 

En este sentido, según la información que aporta el medio 'La Tercera', la intención de los representantes de la Comisión era renunciar, pero Pablo Milad, presidente de la ANFP, decidió despedirlos mostrando su descontento con lo ocurrido, a pesar de haberlo sostenido en el cargo en los últimos días.

Más allá de esto, es preciso recordar que existía un enorme conflicto entre Javier Castrilli y los árbitros en ChileEl ex juez internacional, mientras estuvo en funciones, despidió a 11 profesionales por amenazar con ir a un paro gremial. Cuatro de ellos tienen estándar FIFA, como los casos de Julio Bascuñán -se está preparando para ser árbitro VAR en el Mundial de Qatar 2022-, Cristian Garay, Piero Maza y NIcolás Gamboa. Además, se han sumado a esta lista Felipe Jara, Alejandro Molina, Claudio Urrutia, Felipe Jerez, Héctor Jona, Franco Arrué y Constanza Salinas. 

Esta "novela" viene de hace mucho tiempo, pero terminó de explotar post eliminación de la Selección de Chile de las EliminatoriasEn el fútbol chileno señalan a Castrilli de haber llevado adelante una promoción apresurada de árbitros jóvenes que, por el momento, no dieron resultados. Además de que no hubo rendimientos positivos en partidos importantes, se terminó nivelando para abajo en las competencias trasandinas.

El gremio arbitral tiene varias demandas. En primer lugar, reclaman la falta de participación de los árbitros de más experiencia, como los casos de Tobar y Bascuñán. En cuanto a lo sindical, reclaman despidos injustificados, inexistencia de contratos laborales, irregularidades en el fútbol formativo y denostación hacia las árbitras. Los referís del país trasandino realizaron ayer a última hora una reunión formal donde votaron para ir al paro formalmente. 102 votos a favor, 56 abstenciones y ninguno en contra fue el resultado final. Esto pone en jaque la próxima fecha del fútbol chileno. Castrilli, en el centro de la escena.

La grave denuncia del árbitro de Huachipato-Copiapó

En el minuto 69 del encuentro, Francisco Gilabert sancionó infracción en el área de Diego García contra Walter Mazzanti. "Cobré el penal entendiendo que podía no ser penal, porque me la jugué y vi desde atrás que lo tocaba en el tobillo. Caché que me iba a llamar el VAR. Listo, me llama el VAR, veo que no es penal, voy a salir con tiro de esquina", contó el juez.

Y agregó: "Y me dicen ‘Francisco, un momento, analiza la camiseta’. Veo un jalón de camiseta pero dije ‘me parece una acción de juego, voy con tiro de esquina’. Y me dicen ‘Francisco, por favor, analiza la camiseta’, y yo ‘¿qué?’ y ahí entendí que había algo raro. Y me fui con esa sensación de cobrar una weá que no era".

Luego del encuentro, según dio a conocer Tribuna Andes, confiesa que "el VAR me dice ‘weón, menos mal que cobraste el penal, menos mal que entendiste’. Le digo ‘sí, pero qué weá pasó'". Y agrega que le dicen: "Llamaron de Santiago, que había que cobrar penal".

"El VAR violó todos los protocolos", contó Gilabert. Y asintió: "Fue un diálogo muy trucho. De seguro van a liberar los audios, ojalá que se vea porque se siente esa weá. Porque al principio yo tenía listo el tiro de esquina, y me hacen detenerme, ‘Francisco, ve la camiseta’. Y ahí cagó todo".

Tras el encuentro, el árbitro dio detalles de cómo se sintió: "Me siento como aweonao, como que fui un torpe. De todas formas podría haber hecho algo distinto, quizá me castigaba, hasta me echaba (Castrilli), pero hacía lo que yo realmente creía. No sé qué chucha, quizá no estaba tan conectado con el partido porque muchas veces he dicho que no a los penales. Pero esta vez fue una weá muy rara, terrible turbio".

Y, por último, reveló que lo llamó Castrilli: "Me llamó Castrilli y me dijo que era un tipo valiente, corajudo, que se sentía representado por mí en la cancha. Bla, bla, bla, puro verso. Le digo ‘pero el que paga aquí soy yo’, y me dice ‘no te preocupes Francisco, te vamos a bancar a muerte, esto es lo que necesitamos, gente comprometida con el proyecto'".