Domínguez deslizó que hubo presiones “políticas” al Tribunal de Disciplina por la final River-Boca
El presidente de Conmebol dijo que él no incidió en el fallo que rechazó el reclamo de Boca para que le den por ganados los puntos tras los incidentes en el Monumental. Si embargo, admitió que el Tribunal de Disciplina recibió “intentos políticos de todo tipo”, pero que se blindó. Ademas, insistió en que si no se hubiera jugado la final, se cuestionaría la legitimidad del campeón.
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) El presidente de Conmebol, Alejandro Domínguez, volvió a referirse a la final de la Copa Libertadores y a la decisión del Tribunal de Disciplina luego de la suspensión del partido el 24 noviembre en el Monumental debido a los incidentes que ocurrieron en los alrededores del estadio.
En una entrevista con Diario La Nación contó cómo vivió el momento: "La Libertadores 2018 fortaleció mi convicción de que uno tiene que ser fuerte". Además, se defendió respecto a las acusaciones al decir que el partido debía jugarse y sostuvo que fue una opinión personal y que no le marcó la cancha al Tribunal que fue el encargado de rechazar el reclamo de Boca. "Lo deportivo debe estar encima de lo político o de la violencia", expresó.
Sin embargo, en el medio de la entrevista deslizó que hubo presiones políticas al Tribunal en torno a la decisión que tenía que tomar, pero no aclaró de quién o quienes. En un destaque de la entrevista a La Nación esto fue lo que contestó Dominguez respecto al tema:
-Periodista: Sin embargo, antes de que la Unidad Disciplinaria fallara con lo de River-Boca, escribió una carta recordando que los partidos se juegan y ganan en la cancha...
- Alejandro Domínguez: ¡Por convicción!
-P: Eso no es decidir, pero de alguna manera, es marcarle la cancha a la Unidad Disciplinaria.
-A.D: Es tu interpretación. Yo no tengo por qué no decir lo que yo creo. De hecho, esa fue mi política. En ese tipo de decisiones, mi postura siempre fue en favor de que los partidos se jueguen así se tenga que jugar un minuto. Pero se juegan en la cancha. Tengo antecedentes en los que el partido se jugó a puertas cerradas en Paraguay. Pero se terminó. Y nadie cuestiona si el campeón fue o no legítimo. Si no se hubiera hecho eso, sí se hubiera cuestionado la legitimidad del campeón.
-P: Lo que se le cuestionó fue si era legítimo que "presionara" a la Unidad Disciplinaria.
-A.D: ¡Yo nunca presioné! Yo estoy dando una opinión...
-P: Podía no haberla hecho pública.
-A.D: ¡Pero soy el presidente de la Conmebol!
-P: Pero podría dar su punto de vista sin hacer pública esa opinión...
-A.D: O sea que me tengo que convertir en un mudo...
-P: No. No digo eso.
-A:D: Son políticas. Yo tengo una política y no me voy a esconder de mi política. Puede ser buena o mala, pero es mí política. Para mí los partidos se juegan en la cancha. Para mí hubiera sido respetable si la Unidad Disciplinaria hubiera determinado que no se jugara. Y créanme que se debatió por mucho tiempo. Les tomó un montón de tiempo tomar la decisión, ya sea por estrategias jurídicas de un club o del otro. Puedo asegurar que la institución se blindó. Hubo intentos de todo tipo.
-P: ¿Políticos?
-A.D: De todo tipo.
-P:¿Por ejemplo?
-A.D: Políticos.
-P: ¿Económicos?
-A.D: A mí esos no me constan. Pero la motivación, sí.
Pese a esto, el presidente de Conmebol no aclaró de dónde vinieron esos intentos políticos sobre el Tribunal. ¿Fueron para interceder a favor de Boca o de River? Cabe destacar que, tal como reveló en su momento Doble Amarilla, hasta el Gobierno argentino hizo fuerza para que el partido se continúe y en territorio nacional. También hay ciertas sospechas de que Boca, en sus recursos judiciales, presentó pruebas que no podría haber conseguido sin la ayuda de las fuerzas de inteligencia.
Además el presidente de Conmebol negó tener relaciones con River y soltó que "en 2016 me decían que era pro-Boca. Y ahora me dice que soy pro-River. ¿Mi cuadro? Se conoce", expresó, haciendo referencia a Olimpia de Paraguay.