El año de San Lorenzo: la turbulenta salida de Insúa y Romagnoli, la auspiciosa llegada de Muniain y una crisis institucional que se agrava
La institución azulgrana atravesó un severo año en materia deportiva e institucional, y enfrenta un complejo panorama de cara al 2025 como secuela. El repaso de todos los hechos que se dieron en el club del Bajo Flores.
Luego de su derrota ante Tigre y el caos vivido en el Bidegain, San Lorenzo deja atrás un 2024 para el olvido, donde la mala campaña de puntos y rendimiento se suma a un contexto frágil con una fuerte crisis que afecta a todos los estamentos.
Mientras que en el terreno de juego los primeros meses de la gestión de Marcelo Moretti han estado desbordados de problemas heredados y generados, dentro del césped el “Ciclón” ha cosechado solo desilusiones, ya que pese a su “aceptable” participación en la Copa Libertadores, terminó en los últimos lugares de la Primera División.
Con apenas un 38.5% de los puntos posibles obtenidos, San Lorenzo tuvo el peor porcentaje de efectividad de su historia, sumado al segundo peor promedio goleador de su vida deportiva. En 52 presentaciones entre todas las competencias, los de Boedo sumaron 14 triunfos, 18 igualdades y 20 caídas, y solo anotaron 41 goles, con 21 partidos que terminaron 0-0 incluidos.
Del conflictivo final del “Gallego” Insúa, al ciclo de Romagnoli y la continua irregularidad
Las primeras semanas del año en San Lorenzo comenzaron agitadas por el cambio de aire dirigencial que trajo la llegada de Marcelo Moretti, y el mercado de pases veraniego que precedió a una temporada en que el “Ciclón” afrontó la triple competencia.
En la ventana de transferencias, llegaron nombres como Alexis Cuello, Sebastián Blanco, “Chila” Gómez, Facundo Altamirano, Eric Remedi, Cristian Tarragona, Nicolás Hernández y Jhohan Romaña, a la vez que el 9 de enero Rubén Darío Insúa renovó su contrato por dos temporadas más.
El día 26 la FIFA levantó la inhibición que tenía el club por la deuda de pago con Yeison Gordillo, y San Lorenzo comenzó su campaña en la Copa de la Liga con refuerzos a disposición, pero su camino en el torneo se tornó irregular y esquivo tanto en rendimientos como en resultados.
Durante las 14 fechas de la Copa de la Liga, el “Ciclón” jamás estuvo en los puestos clasificatorios, y aunque quedó cerca en determinado momento, se truncó en partidos claves como los clásicos ante Huracán (0-0), Racing (1-4) y Boca (1-2). Justamente la derrota ante el “Xeneize” encendió la chispa de los últimos partidos del “Gallego”.
El DT, cuyas diferencias con la dirigencia estuvieron de manifiesto desde el cambio de mando, se acentuaron con el correr de las semanas y la convivencia. Tras la derrota 2 a 0 ante Independiente del Valle en Ecuador, y con la eliminación del torneo local a cuestas, la vía deportiva sentenció el ciclo de casi dos años de Insúa.
El Gallego completó 16 partidos en el año, donde ganó 4, empató 7 y perdió 5, y en su lugar llegó Leandro Romagnoli al rescate. Sin embargo, “Pipi” no cambió mucho la ecuación, y en seis meses de trabajo cosechó 7 victorias, 9 empates y 10 derrotas en 26 encuentros, con un 38.5% de efectividad.
San Lorenzo divagó en la Liga Profesional y quedó fuera de la Copa Argentina en 8vos. de Final ante Vélez, pero encontró su ilusión en la Copa Libertadores, donde tras quedar escolta de Palmeiras en su grupo pasó a las fases eliminatorias.
Allí, chocó con Atlético Mineiro, a posteriori el subcampeón del torneo, y dio una lucha pareja en la llave de octavos tanto en Brasil como en el Nuevo Gasómetro, donde quedó eliminado por un estrecho margen de 2 a 1 en la serie.
De Iker a Fydriszewski y el retorno de Miguelo
En el mercado invernal, llegaron a San Lorenzo varios nombres, entre ellos Matías Reali, Andrés Vombergar y Nicolás Tripicchio, y se fueron Adam Bareiro, Agustín Giay y hasta los arribados en enero Iván Tapia, Tarragona y Diego Herazo. Pero, quien sin dudas se llevó todas las luces de entre todos los nombres fue Iker Muniain.
El futbolista español de 31 años eligió al club azulgrana para su primer experiencia cruzando el océano, y a fuerza de voluntad y garra, se ganó aceptación y reconocimiento por parte del público, llegando a portar la cinta de capitán del “Ciclón”.
Con la “80” en la espalda, Iker llegó en septiembre y logró cierto entusiasmo en meses complejos para el hincha de San Lorenzo, que poco a poco vio el ciclo de Romagnoli apagarse hasta llegar al 12 de octubre.
En el duelo ante Godoy Cruz en Mendoza, Federico Fydriszewski, otro de los refuerzos invernales, picó un penal sobre la hora y malogró lo que hubiera sido el triunfo azulgrana en Cuyo. La acción en sí misma fue un escándalo y al “Ruso” se le rescindió el contrato, en un episodio que aceleró la salida del “Pipi”.
El siguiente partido ya tuvo a Miguel Ángel Russo en el banco, quien tras 15 años retornó al banco de suplentes del club en un duro momento. El DT de 68 años se hizo cargo del fierro caliente desde entonces, en el cierre de un año que culminó con la derrota ante Tigre en el Pedro Bidegain y un 24º puesto final en la Liga Profesional y en la tabla anual.
El primer año de gestión de Marcelo Moretti, entre inhibiciones, renuncias, denuncias y crisis institucional
En menos de 365 días en el puesto de Presidente, Marcelo Moretti atravesó un delicado escenario al frente de San Lorenzo de Almagro. Desde los comicios celebrados en diciembre del año pasado, donde ganó una fragmentada elección con un 36.73% de los votos, los problemas internos en el club porteño no cesaron.
A lo heredado, el empresario le añadió disputas internas (la citada con el “Gallego” Insúa) con miembros de la comisión directiva y el plantel profesional continuo, que sumado a debilidades en el aspecto económico, financiero y estructural, generaron un disgusto generalizado del público azulgrana.
A las inhibiciones por el citado Gordillo en enero, se le sumaron en abril tres más por deudas por Adam Bareiro, Diego Rodríguez y Carlos Auzqui, y en mayo una intimación por parte de Cristian Zapata por deudas con el jugador, y una sentencia para pagar casi U$S 4.000.000 más intereses a una financiera suiza, a raíz de la toma de un crédito que fue garantizado con la cesión de derechos del pase de Adolfo Gaich al fútbol ruso en julio del 2020.
En julio ocurrió el caso de Matías Reali, que luego de ser anunciado como jugador de San Lorenzo, el presidente de Independiente Rivadavia, club dueño del pase del jugador, Daniel Vila, llegó a denunciar que "la cuenta de la que se había había hecho la presunta transferencia era inexistente". El “Ciclón” luego aclaró la confirmación del pago por el futbolista de la Lepra.
A estas situaciones conflictivas, se le suman los conflictos con el plantel actual. Los jugadores, que este año llegaron a ser víctimas de un apriete de la barra durante un entrenamiento en el mes de octubre, amenazaron con no jugar antes del duelo de la penúltima fecha de la Liga con Argentinos.
Esto, de no abobarse las deudas en los pagos de salarios por parte del club, algo que hasta comprometió la continuidad de Russo y que decantó en la polémica venta de porcentajes de juveniles como Agustín Hausch y Santiago Sosa para acelerar el pago de estas deudas.
Otra arista de esta historia son los roces internos de la política. A la oposición, que luego de las manifestaciones post derrota con Tigre pidió una reunión con la comisión directiva en un presente “sin conducción, sin futuro y al borde de la quiebra”, se le suma la renuncia del Secretario Pablo García Lago en agosto.
El ex dirigente llegó a confesar en su salida que la gestión actual “no toma real consciencia de la situación en la que está" y hasta declaró que el club falsificó su firma para determinados contratos durante su licencia médica.
Otra guerra la tuvo Moretti con Néstor Ortigoza, quien fue separado como responsable del fútbol profesional y nombrado vocal en agosto, producto de una "reestructuración general del fútbol" del club. Fue reemplazado por Julio Lopardo, en compañía de Alejandro Tamer, Alejandro Bernuncio y de Norberto Ortega Sánchez.
Tras este episodio, y luego de la denuncia por violencia de género en su contra por parte de su pareja por la que se le solicitó la renuncia, Ortigoza protagonizó una escandalosa reunión dirigencial en la que denunció al Presidente a través de su abogado, quien marcó que “los videos los compró Moretti y los sacó a la luz para hacer daño a su persona”.
Por último, y concluyendo esta enumeración de desgracias internas de San Lorenzo, los rumores de presiones, por parte de la oposición, para impulsar una licencia aumentaron los primeros días de diciembre e hicieron, por algunas horas, que el futuro de Marcelo Moretti como presidente del club sea una incertidumbre. A las dudas de la oposición, y las críticas masivas que se produjeron en la Asamblea, la cual tuvo que suspenderse la por incidentes, más dudas aparecen tras el comunicado de la institución.
A través de sus redes, el club anunció la conformación de un nuevo Departamento de Fútbol, que le otorga más poder al vicepresidente Néstor Navarro, en el marco de una “reestructuración económica y financiera” de San Lorenzo.
Con este complicado panorama, San Lorenzo encara un 2025 en el que buscará reacomodar sus cuentas, evitar grietas políticas internas y aspirar a hacer una buena campaña en el torneo local.