Jugó en San Lorenzo e Italia y luego fue chef, DJ e hizo stand up
Fue un futbolista con mucha proyección, pero la vida le tenía preparados otros planes para su futuro.
Muchas veces la vida da un giro inesperado como en el caso de Matías Ortiz, futbolista de San Lorenzo hace años. Él cumplió el sueño del pibe y después de transitar todas las Inferiores en el “Ciclón”, llegó a debutar en Primera División para comenzar su carrera como futbolista.
Pero el destino le tenía preparado varias sorpresas, que lo obligaron a reinventarse una y otra vez a lo largo de su trayecto por el profesionalismo. Fue polifacético: entgre otras cosas fue chef y DJ, pero encontró su lugar en el mundo en las tablas.
Una vez retirado, el ex mediocampista encontró un nuevo camino, lejos de las canchas (aunque, según dijo, jamás colgará los botines mientras haya algún picado donde despuntar el vicio) y cerca de los escenarios, tras conocer y enamorarse del Stand Up: “Fue en 2018 después de retirado. Siempre fui divertido, de pibe era cargador, encontraba parecidos, me gustaba”.
Recuerda que “mirando Netflix, descubrí el Stand Up y dije ´yo quiero hacer eso´”. Y agregó que empezó a prepararse para ello “y acá estoy, cualquier cosa que veo se me ocurre para hacer un chiste o tirar una anécdota, y me sirvió mucho para construir humorísticamente mi pasado, para que no me pese. Me descomprimió mucho”, analizó Ortíz.
La historia de Matías Ortiz
“Llegué en pre novena, estaba veraneando en Villa Gesell y había un señor que armaba partidos en la playa. Ese hombre iba sombrilla por sombrilla, juntaba nenes y después de jugar les decía a los padres que podía llevarlos a probar a algunos clubes”, le confesó el ahora ex futbolista a Proyecto Boedo hace algunos años.
Ortíz además describió que su llegada al “Ciclón” se dio luego de una primera desfavorable experiencia en otro grande “primero me llevó a Boca, que estuve dos meses y me dijeron que no. Después me llevó a San Lorenzo, que estaba “Pepe” Rodríguez, y en esos primeros seis meses arranqué con el discurso que me acompañó toda la vida: ´Lo vamos a fichar, tiene condiciones, pero es chiquito´. Sin estar fichado, fui a entrenar hasta novena, que estaba el “Tano” García Ameijenda, y ahí fue cuando entré definitivamente a las Inferiores”, detalló.
Matías Ortiz debutó en la Primera de San Lorenzo de la mano del Coco Basile ante Belgrano de Córdoba y apenas jugó un puñado de partidos. Aquel duelo ante el Pirata, tuvo entre sus filas a un recién llegado Bernardo Romeo y algunos jugadores que años más tarde fueron figuras en Boedo: Chupa López, Campagnuolo, Aldo Paredes, Manusovich.
Tras la llegada de Oscar Ruggeri, Ortiz quedó libre y así comenzó a girar alrededor del mundo, según le contó a una entrevista a Infobae. Ascenso, MLS, Italia y en la actualidad, algunos partidos en el Senior del “Ciclón”.
El final de su carrera se dio a temprana edad, luego de algunas experiencias en el viejo continente. Regresó al país donde se probó en Platense y desistió de seguir jugando al fútbol profesionalmente a la temprana edad de 30 años, enemistado con el deporte. “Tuve más disgustos que alegrías siendo profesional y aparte había sufrido muchas lesiones. Entonces, dejé de jugar, no entrenaba y engordé 25 kilos. Me cansé, hice todo mal. Fue una década sin hacer fútbol. Hasta que a los 40 me amigué con la pelota y comencé a jugar en el Senior de San Lorenzo", cerró Ortíz.