Luego del escándalo y el enfrentamiento que desató la barra brava de Vélez contra policias que se encontraban disputando un partido de fútbol 5 en cercanías al Estadio José Amalfitani .  

En las últimas horas, el magistado Martín Yadarola a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Número 4 le otorgó la libertad a 14 de los 16 barras implicados en el conflicto con los oficiales que se encontraban de cívil.

Esta decisión se basa en que no hay riesgo de fuga ni de entorpecimiento de la investigación. Quiénes si continúan presos son Erick Linardi y Cristian el “Castor” Cejas quiénes poseen antecedentes penales. 

Pelea barras de Vélez

A la vez, se les dio la libertad a los policias que reaccionaron y estuvieron implicados en el suceso, aunque varias horas después que lo hicieran los integrantes de “La Pandilla”. 

La resolución del juez vino acompañada de la carátula de la causa que tiene para los barras la de lesiones leves en riña, de bajísima pena y que puede hasta transmutar en una probation y sustracción de arma reglamentaria que por ahora es indeterminada porque si bien el sumario de la Policía Federal apuntó a Jonathan Pereira, el número dos de la barra. 

El magistrado Martín Yadarola le otorgó la libertad a 14 de los 16 barras de Vélez que atacaron a los policias en un "picadito"

La causa seguirá su curso y habrá en principio un análisis exhaustivo de las imágenes para determinar cada paso. Pero la estrategia de los barras es clara: fuimos agredidos y sólo nos defendimos.

El caso en que se investiga a los oficiales

En el caso de los policías también les corre la causa por lesiones leves en riña y se investiga al oficial Fernández por abuso de arma ya que es el que efectuó el disparo intimidatorio cuando se desató la pelea. Los policías seguirán en disponibilidad mientras se sustancie el proceso.

También se abrió una investigación en la oficina de transparencia de la Policía de la Ciudad para estudiar su accionar y sobre todo si es una falta y de qué magnitud la de ir a jugar al fútbol con las pistolas reglamentarias dejándolas éstas en un bolso sin más seguridad.