El futbolista millonario que triunfa a nivel mundial y que prefiere rechazar grandes lujos para ayudar a los demás
Muchas veces el fútbol lleva a sus protagonistas desde los orígenes más precarios a la cúspide económica.
Sadio Mané es una de las figuras del fútbol. El jugador de 31 años, uno de los más emblemáticos representantes del tan golpeado y humilde fútbol africano, desde muy pequeño mostró ser diferente a los demás en el campo de juego. Pero también lo es fuera de la línea de cal, ya que no hace uso de su millonaria fortuna para él, sino que prefiere ayudar al resto.
Lejos de la desmesurada ostentación de la fortuna que supo acumular gracias al fútbol, intenta llevar una vida filantrópica con el foco puesto en su pueblo.
El futbolista de la Selección de Senegal argumentó el modo de vida que adoptó una vez que se consolidó en lo económico “¿Para qué quiero diez coches Ferrari, veinte relojes y dos aviones?", expresó el jugador africano en 2019, durante una entrevista concedida a TeleDakar. Quien se preguntó a su vez: "¿Qué harán estos objetos por mí y por el mundo?”.
Mané nació el 10 de abril de 1992 en Bambali y desde muy pequeño sorprendió por sus condiciones con la pelota en los pies. Luego de ser observado por un “cazatalentos” en su tierra, lo contrataron a los 19 años desde el Metz de Francia. Luego emigró a Austria y jugó en el Red Bull Salzburgo.
Pero fue en Inglaterra donde se consagró. Primero vistió la camiseta del Southampton y después en el Liverpool, con el que ganó la Champions League y el Mundial de Clubes en 2019. Tras una temporada en el Bayern Múnich, el año pasado fue contratado por el Al Nassr.
El atacante suele dar ejemplos de humildad. El último de ellos es su aparición en un partido de fútbol disputado en una barrosa cancha de tierra en Bambali, la aldea donde creció y donde dio los primeros pasos en el fútbol. Una imagen que al futbolero de años lo lleva directamente a aquellos partidos que jugaba Diego Maradona en sus épocas del Napoli con el mismo fin.
“Yo pasé hambre, trabajé en el campo, jugué descalzo y no fui al colegio. Hoy puedo ayudar a la gente. Prefiero construir escuelas y dar comida o ropa a la gente pobre”, detalló Mané. Un ejemplo de humildad y solidaridad en tiempos donde escasean esos valores.
Sadio Mané prefiere ayudar a los que menos tienen
El futbolista senegalés pudo haber tenido una vida plagada de lujos y ostentaciones, producto de una carrera deportiva exitosa. Sin embargo optó por invertir su fortuna en mejorar la calidad de vida de la gente pobre de su país.
Es asi como pueden contabilizarse, entre otras de las obras que ha realizado, la construcción de un hospital para su pueblo. Además el futbolista entregó dinero a familias necesitadas; regaló camisetas del Liverpool a niños de su pueblo; repartió ropa, zapatos y comida para los más necesitados. Siempre con el foco puesto en el otro.
Por otra parte Mané financió la instalación de una estación de servicio para que no deban trasladarse a otros poblados; además mandó hacer una oficina de correos, así como un estadio de futbol y una escuela.
Además, Sadio Mané dotó de computadoras a los alumnos de la escuela, y da un sueldo mensual de 70 eruos a varias personas de muy escasos recursos de su país. Es por esto, y desde luego por su desempeño como futbolista a nivel internacional, que se ha convertido en un verdadero ídolo para su país.