El icónico video de los hinchas del Liverpool para expulsar al empresario que el Gobierno de Milei usa para fomentar las SAD
En los últimos días, Foster Gillett se reunió con Daniel Scioli, secretario de Turismo, Ambiente y Deporte y otros funcionarios. Sus antecedentes lo delatan. Tal como contó Doble Amarilla, en Inglaterra catalogan su gestión como un "fracaso", fue rechazado por otras instituciones europeas y demandado por una escudería histórica del NASCAR. Los simpatizantes ingleses dejaron en claro qué piensan de su trabajo.
Desde su asunción, el Gobierno de Javier Milei ha intentado avanzar en la implementación de las Sociedades Anónimas Deportivas. En esa línea, en los últimos días se llevó a cabo un encuentro entre distintos funcionarios de su Gabinete y un magnate estadounidense que supo formar parte de la junta directiva del Liverpool de Inglaterra, club que su gestión dejó en la ruina y los hinchas le dedicaron un icónico video pidiendo su expulsión.
Se trata de Foster Gillett, hijo y socio de George Gillett, quien fuera accionista mayoritario del club inglés entre 2007 y 2010. Foster fue parte de su mesa chica por entonces, pero su trabajo ha sido catalogado como un “fracaso” por medios ingleses. Compró la institución por £ 500.000.000 y su trabajo se convirtió en "una pesadilla para los aficionados", según relató Mirror, debido a las promesas incumplidas y a las deudas que dejaron en su salida, casi por el mismo valor que adquirieron la misma.
El encuentro, del que formaron parte el secretario de Ambiente, Turismo y Deporte de la Nación, Daniel Scioli, la diputada libertaria Juliana Santillán y Guillermo Tofoni, se da en el marco de semanas movidas en el Gobierno respecto de las Sociedades Anónimas Deportivas: luego del Decreto de Necesidad de Urgencia dictado en diciembre de 2023, la semana pasada se reglamentaron las SAD con un claro mensaje para AFA, que debe adaptar su Estatuto en el plazo de un año. Sin embargo, la Justicia frenó este avance y le dio la razón a la Asociación del Fútbol Argentino y la dejó exenta de incorporar la figura de las SAD.
El icónico video de los hinchas del Liverpool para expulsar al empresario que el Gobierno de Milei usa para fomentar las SAD
Los tres años que duró la familia Gillett en Liverpool se transformaron en un dolor de cabeza y seguidilla de frustraciones para los simpatizantes ingleses.
Fueron acusados de no cumplir en la construcción un nuevo estadio y de despojar al club de activos, además de no conseguir ningún título deportivo y de dejar al equipo en zona de descenso. En ese momento, la BBC calificó a la gestión como "un fracaso". “El club nunca había estado tan endeudado”, apuntó el prestigioso medio.
“Foster, te dimos a los Beatles y así nos pagas”, dicen los fanáticos en el video que piden su expulsión. Y agregan: ”Violaron a nuestro club”. Una salida que tuvo a la Justicia norteamericana en el medio fue la gota que revalsó el vaso, ya que no querían desprenderse de sus acciones y fueron obligados a vender por un fallo judicial en Londres. “Prometieron un proyecto y pusieron el último clavo del ataúd”, sostienen los hinchas.
Los antecedentes que condenan a Foster Gillett
Además de su paso por el Liverpool, Foster Gillett intentó comprar una parte mayoritaria del Hearts FC de Escocia en 2020 y fue rechazado: el empresario intentó ponerse en contacto con la propietaria de ese entonces, Ann Budge, pero su propuesta no fue aceptada. El acuerdo de Budge era cederle a la "Fundación de Hearts" el control del club y que la propiedad sería transferida a los fanáticos.
En tanto, en 2022 probó suerte con Francia: llegó a un acuerdo para comprar el Olympique de Lyon por alrededor de U$S 600 millones, pero las negociaciones "se estancaron", según reveló The Athletic, y finalmente John Textor se convirtió en el accionista mayoritario del club francés.
Fuera del mundo del fútbol, también hizo negocios: en 2007, junto a su padre George, se convirtieron en los dueños mayoritarios del equipo de Ray Evernham, que pasó a llamarse "Gillett Evernham Motorsports", y que competía en el NASCAR. Según información de ese momento, Gillett adquirió el equipo a través de un préstamo de U$S 90 millones, del que no pagó ni el 40% cuando los problemas comenzaron a surgir.
En 2010, los autos del equipo fueron confiscados por el equipo Roush Fenway Racing por una deuda por el uso de motores. Luego, fueron varados los camiones en el Texas Motor Speedway a la espera de una inversión. Ante esta situación, el expropietario de Everham Motorsports, demandó a George Gillett por pagos no hechos durante la compra de la propiedad del equipo de 2007 y la disputa fue resuelta fuera de la corte de justicia aunque no trascendieron los detalles del acuerdo.