El Gobierno Nacional continúa dando pasos para implementar las Sociedades Anónimas Deportivas en el país. En las últimas horas, representantes del Ejecutivo se reunieron con Foster Gillett, un magnate que formó parte de la dirección de Liverpool y se fue por la puerta de atrás: lo dejó endeudado, fue demandado por una escudería del NASCAR y, a pesar de intentarlo en reiteradas oportunidades, no pudo hacerse dueño de otras instituciones europeas.

El secretario de Ambiente, Turismo y Deporte de la Nación, Daniel Scioli, la diputada libertaria Juliana Santillán y Guillermo Tofoni mantuvieron un encuentro con Gillett. "Convencidos de que el fútbol necesita transformarse con aportes privados para mejorar la infraestructura de clubes, ser más competitivo y explotar la marca fútbol argentino en el mundo", destacó Scioli.

El encuentro se da en el marco de semanas movidas en el Gobierno respecto de las Sociedades Anónimas Deportivas: luego del Decreto de Necesidad de Urgencia dictado en diciembre de 2023, la semana pasada se reglamentaron las SAD con un claro mensaje para AFA, que debe adaptar su Estatuto en el plazo de un año. Sin embargo, la Justicia frenó este avance y le dio la razón a la Asociación del Fútbol Argentino y la dejó exenta de incorporar la figura de las SAD.

Además, en las últimas horas desde Viamonte le respondieron al ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, tras sugerir que podrían intervenir AFA en caso de no aceptar las Sociedades Anónimas. "Ni siquiera el 'generoso' plazo de un año para adaptar los Estatutos de AFA modificará la voluntad de nuestra Asamblea", remarcó Pablo Toviggino, tesorero de la Casa madre.

Quién es Foster Gillett, el magnate estadounidense que participó de la gerencia de Liverpool y luego tuvo negociaciones fallidas para quedarse con otros clubes

Gillett formó parte de la junta directiva que gerenció al Liverpool: en 2007, su padre George Gillett junto a Tom Hicks compró la institución por 500 millones de libras esterlinas y estuvieron en el mandato hasta octubre de 2010. La gestión se convirtió en "una pesadilla para los aficionados", según relató Mirror, debido a las promesas incumplidas y a las deudas que dejaron en su salida, de cientos de millones de libras.

Por otro lado, al momento de su salida, el directorio de Liverpool aprobó la venta al fondo NESV (New England Sports Ventures), pero Hicks y Gillett se oponían ya que consideraban que la oferta era demasiado baja, por lo que acudieron a la justicia británica, que falló en contra de los empresarios y no pudieron detener la venta.

George Gillett y Tom Hinks, propietarios de Liverpool entre 2007 y 2010
George Gillett y Tom Hinks, propietarios de Liverpool entre 2007 y 2010

Gillett y Hicks fueron acusados de no cumplir en la construcción un nuevo estadio y de despojar al club de activos, además de no conseguir ningún título deportivo y de dejar al equipo en zona de descenso. En ese momento, la BBC calificó a la gestión como "un fracaso". "El club nunca había estado tan endeudado. Menospreciaron al técnico Rafa Benítez llamando a otro entrenador y no pudieron cumplir ninguna de sus promesas: no llegaron títulos y todavía no ha empezado la construcción del nuevo estadio en Stanley Park", describió el medio.

Por otro lado, Foster Gillett intentó comprar una parte mayoritaria del Hearts FC de Escocia en 2020 y fue rechazado: el empresario intentó ponerse en contacto con la propietaria de ese entonces, Ann Budge, pero su propuesta no fue aceptada. El acuerdo de Budge era cederle a la "Fundación de Hearts" el control del club y que la propiedad sería transferida a los fanáticos.

En tanto, en 2022 probó suerte con Francia: llegó a un acuerdo para comprar el Olympique de Lyon por alrededor de U$S 600 millones, pero las negociaciones "se estancaron", según reveló The Athletic, y finalmente John Textor se convirtió en el accionista mayoritario del club francés.

Foster Gillett
Foster Gillett

Por fuera del fútbol, Foster Gillett también hizo negocios: en 2007, junto a su padre George, se convirtieron en los dueños mayoritarios del equipo de Ray Evernham, que pasó a llamarse "Gillett Evernham Motorsports", y que competía en el NASCAR. Según información de ese momento, Gillett adquirió el equipo a través de un préstamo de U$S 90 millones, del que no pagó ni el 40% cuando los problemas comenzaron a surgir.

En 2010, los autos del equipo fueron confiscados por el equipo Roush Fenway Racing por una deuda por el uso de motores preparados por el "team". Luego, fueron varados los camiones en el Texas Motor Speedway a la espera de una inversión.

En tanto, Evernham, expropietario de Everham Motorsports, demandó a George Gillett por pagos no hechos durante la compra de la propiedad del equipo de 2007: buscaban una compensación de U$S 19 millones. Finalmente, la demanda se resolvió fuera de la corte de justicia aunque no trascendieron los detalles del acuerdo.