Otro fuerte cruce de River con la Policía de la Ciudad y la Justicia porteña
El club y las autoridades volvieron a mostrar otro capítulo de marcadas diferencias por la seguridad dentro y fuera del estadio Monumental. En un duro comunicado, River apunta contra la policía por el ingreso de las peligrosas bengalas y otros objetos prohibidos. Dirigentes millonarios ven una mano negra detrás de las decisiones de la Justicia. Un tenso vínculo que inició con el operativo fallido en la final de la Copa Libertadores frente a Boca en 2018. El maltrato de las fuerzas de seguridad a los socios millonarios a fines del año pasado y las filtraciones de los barras reavivaron la tensión.
El último Superclásico podría catalogarse como "olvidable" para River. Además de perder frente a Boca, el club se encuentra viviendo momentos tensos por una investigación que está llevando adelante la justicia porteña.
Luego de los incidentes que se pudieron constatar a través de las imágenes, como los problemas en las afueras del estadio para los ingresos y los botellazos contra el plantel del 'Xeneize' tras finalizar el encuentro, la Fiscalía Especializada en Eventos Masivos inició tres investigaciones y ordenó un operativo judicial en el Monumental. Esto reaviva una vieja disputa entre el club y las autoridades porteñas, que data desde el último operativo fallido por el Superclásico de la final de la Libertadores que terminó jugándose en Madrid.
Este lunes por la mañana, la Fiscalía porteña, a cargo de la Dra. Celsa Ramírez, informó que inició un proceso de investigación para conocer quiénes fueron los actores responsables de haber promovido incidentes y actos de violencia en el Antonio Vespucio Liberti.
Como viene contando Doble Amarilla, la fiscal ordenó montar un operativo judicial en el estadio. El mismo inició por la tarde, duró alrededor de dos horas y fue para recopilar datos y recabar información. Se secuestraron elementos pirotécnicos utilizados en la tribuna Sívori, tanto en la parte baja como en la alta. Son varios los frentes abiertos que tiene el club en materia judicial, entre los que se destacan el ingreso de pirotecnia, exceso de aforo, omitir recaudos en evento masivo e incitación al desorden.
De acuerdo a un comunicado oficial de River, el partido frente a Boca tuvo un total de 70.000 espectadores y un operativo que contó con 1.264 policías, 900 vigiladores privados de TECH, 533 controles de UTEDyC y 235 molinetes de control de ingreso al estadio. El procedimiento dejó un saldo de 18 detenidos que están siendo indagados en sede judicial, por desobediencia y tres sin entradas y dos policías heridos, dentro de los cuales una oficial estaba embarazada.
La relación entre River y la Policía de la Ciudad de Buenos Aires vuelve a presentar cortocircuitos. Más allá de este último Superclásico, lo cierto es que los anteriores operativos policiales que se realizaron en el estadio Monumental fueron problemáticos. En los últimos partidos de 2021 y en el inicio de la Copa de la Liga 2022 se registraron problemas, sobre todo para los ingresos. A eso se le sumó que en el duelo contra Racing, la barrabrava conocida como 'Los Borrachos de Tablon' evadieron los controles de la policía porteña y se colaron en el estadio entrando a los empujones y golpeando a los hinchas comunes.
Si bien este fue uno de los episodios más gráficos de los problemas de los controles en River, son muchos los encuentros en los que los simpatizantes denuncian maltratos de la Policía de la Ciudad para poder ingresar al estadio. Es más, como prevención, el club tuvo que diseñar entradas especiales para agilizar los ingresos de las familias con niños y de los adultos mayores.
En un duro comunicado, River culpó directamente a la policía por el ingreso de las bengalas y reveló que hubo inspecciones con la mismas fuerzas de seguridad en la previa del Superclásico. Así dio a entender que esas bengalas no estaban dentro del club guardadas sino que fueron ingresadas burlando el operativo de seguridad. "Estos hallazgos se produjeron pese a que cuatro horas antes del partido se realizó la Inspección para Apertura de Estadio reglamentaria, junto a inspectores de la Agencia Gubernamental de Control del Gobierno de la Ciudad y el personal de brigadas antiexplosivos. Durante la misma, se hizo un control estricto de todos los niveles del Estadio, los baños, las postas médicas, los palcos, cabinas y pupitres de prensa, depósitos y demás sectores afectados a la realización del partido, sin que se hallaran elementos prohibidos o peligrosos, luego de lo cual se labró un acta de Inicio de Partido que habilita la apertura del Estadio", señaló el club en el comunicado. Y completó: "Cabe destacar, asimismo, que durante el operativo de partido, desde la unidad de Control Operativo (UCO) -que cuenta con un sistema de cámaras unificadas y monitores de análisis de imagen- el personal policial del Gobierno de la Ciudad que durante el partido está a cargo de la misma no detectó movimientos sospechosos".
Las diferencias entre la dirigencia millonaria y la Policía de la Ciudad se remontan desde fines de 2018, cuando River debía enfrentar a Boca por la final de vuelta de la Copa Libertadores. Como bien se recuerda, en lo que probablemente sea uno de los hechos más bochornosos de la historia del fútbol argentino, el plantel xeneize ingresó al estadio por una calle repleta de hinchas de River que atacaron al micro. El episodio provocó el daño del transporte y heridas a varios jugadores de Boca. Ante la falta de seguridad y de capacidad para montar un operativo, la Conmebol definió que esta importante final debía disputarse en Madrid.
En ese entonces River había cargado las responsabilidades en el ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires por el deficiente operativo que no produjo una fatalidad de milagro. El ministro a cargo era Martín Ocampos, un hombre del riñón de Daniel Angelici. Los graves incidentes le costaron al ex ministro su salida del gabinete de Horacio Rodríguez Larreta. La Ciudad, para intentar recomponer el vínculo con River, había nombrado a Diego Santilli, quien también era vicejefe de Gobierno porteño. El 'Colo', actual diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires, viene de familia con tradición dirigencial en el club y logró tener un vínculo más "ameno" con el oficialismo.
Sin embargo, a fin del año pasado volvió la tensión entre River y la Ciudad. Cientos de socios denunciaron maltratos de la Policía tanto en los ingresos a las populares, como a las plateas y los palcos. El grave accionar de la policía incluyó imágenes lamentables como las de niños revolcados por el piso y llorando por la injustificable violencia de los efectivos ante hinchas que sólo se amontonaban en los embudos que armaba la misma policía.
La mirada en la Justicia
"La Policía de la Ciudad y el Comité de Seguridad hacen offs desde hoy a la mañana con contenidos que los muestran actuando y poniendo bajo la lupa a River", le expresó un dirigente del club a Doble Amarilla sin ocultar su desconfianza con la investigación.
En cuanto a los últimos hechos de violencia, desde Núñez remarcan que el club no tiene vínculo alguno con la barrabrava y que tampoco cuenta con investigaciones sobre personas. "River no tiene la capacidad de juzgar y condenar a personas. No tiene poder de policía", le dijo, muy molesto, otro dirigente importante a este medio.
Desde River denuncian que la Ciudad de Buenos Aires los expuso a la prensa pública por los últimos hechos, pero que no destacan varios procedimientos que tiene el club para evitar que ingresen barras o violentos. Remarcan que el club perdió plata para no permitir el ingreso de nuevos socios y que, por el contrario, invirtieron en sistemas informativos para cruzar datos de socios con el registro nacional de personas.
"River suspende a los socios que intentan ingresar sin tener el abono o la entrada. River diseñó un sistema para no emitir mas un ticket y que el 97% ingrese con la activación de su propio carnet para desincentivar la reventa. ¿Que mas puede hacer River? ¿De quien es la responsabilidad?", cierra otra fuente de River a Doble Amarilla, con una última pregunta con críticas hacia la Ciudad de Buenos Aires.
Desde River creen que hay una mano detrás de la justicia porteña que pone siempre en la mira al club de Núñez. Pese a esto hay que destacar que el accionar de la fiscal Celsa Ramírez no distingue de colores ya que sus operativos han sido resonantes en diferentes clubes. "La fiscal trabaja y es seria. Llamó a declarar a Riquelme porque su hijo violó la cuarentena y fue a la cancha, clausuró Chicago por un acto del Frente de Todos y cerró Vélez por una fiesta clandestina con la barra en plena pandemia. No es contra River, es una fiscal que trabaja de verdad", la defienden desde el ministerio Público.